11 de septiembre de 2021

Carne richada gallega

 


Carne richada gallega


Meses sin dedicar ni un minuto a cocinar para el blog y no todos han sido por gusto, a veces la vida da algún que otro giro que ni esperas ni decides y cambia tu forma de hacer y de ver las cosas…

No tengo intención de filosofar, tampoco sabría cómo hacerlo, ni quiero aburrir a nadie con pasajes de mi vida que nada tienen que ver con mis vicios cocineriles.

Compartir, era algo que formaba parte de mi día a día y francamente, me resisto a renunciar y añadir contenido de vez en cuando, puede que muy de vez en cuando, pero hoy he cocinado un plato de una sencillez absoluta, una carne que a mi padre le encantaba y que Mami bordaba.

Está claro que no tengo fotos del proceso, no son realmente necesarias, bastará tan solo que os cuente como a las 13h, al llegar del mercado, me he puesto a ello y a las 14h estábamos sentados en la mesa disfrutando de lo lindo.


Ingredientes:

  • 500g de babilla de ternera de una calidad excelente
  • 2 dientes de ajo medianillos bien picados
  • 1½ cebolleta morada muy picadita (o blanca)
  • Sal + un buen chorro de AOVE
  • 200ml de vino blanco rico


Paso 1

La carne cortada en trozos algo más grandes que para un bocado, más que nada porque con la cocción merman un poco y yo quiero un bocado generoso en boca.

Una cazuela hermosa, la mía una cocotte de hierro, con el chorro generoso de AOVE y al fuego fuerte para recibir la carne con alegría.

Paso 2

Cuando el aceite está bien caliente incorporo los trozos de carne, con su sal correspondiente, a pocos, no de golpe para que el aceite se mantenga bien caliente.

Ahora tan solo hay que estar pendiente de que la carne esté bien dorada por todas partes, y cuando digo bien dorada es bien dorada, es la única forma de conseguir ese moreno alucinante.

Paso 3

Llegado ese momento añado el ajo bien picado, unas vueltas, cuando empieza a tostarse incorporo la cebolleta, también puede ser cebolla blanca, unas vueltas para mezclar con la carne, bajo un poco el fuego, tapo la cazuela y dejo hacer hasta que la cebolla está tierna.

De vez en cuando miro y remuevo, lo justo, no se vaya a quemar, algo que no pasará si el fuego está bien calculado.

Paso 4

Cuando la cebolla está en su punto, la carne por supuesto ya lo está, añado el vino y lo dejaré cocer unos cuantos minutos para que se evapore todo el alcohol.

Paso 5

Mientras he estado friendo unas patatas que pongo en el fondo de la fuente, por encima la carne y la salsa que caerá sobre las patatas y, que queréis que os diga…


Carne + patatas + salsita = pa’mojarpan sí o sí.




Las patatas pueden ser cocidas, al gusto de cada uno, el resultado es igualmente delicioso.

Hacía años que no preparaba esta delicia pero volverá, sin duda, a formar parte de mis guisos favoritos.

2 comentarios:

  1. Muy buena pinta, además parece sencillo, espero que estés bien.

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  2. se ve realmente exquisito, y es un guiso bien sencillo de hacer, y muy poquitos ingredientes

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