¿Contenta? ¡NO! Lo siguiente, lo más de lo más, emocionada,
feliz, y por qué no decirlo, orgullosa.
¿El motivo?: mi receta con trucha. Premio especial a la receta más valorada.
Recibí una invitación de ESACUA . Asociación Española de
Productores de Acuicultura Continental, para participar en el concurso: ¿Cómo cocinas la trucha?. Y me gustó la idea, tanto que envié dos, eso sí, el último
día, porque casi se me pasa la fecha.
El viernes compré las truchas, el sábado preparé las dos
recetas, el domingo hice el trabajo “intelectual” y terminé con lo fundamental, enviar las recetas.
Cuando me han llamado para decirme que había ganado… se me
ha hecho un nudo en la garganta… ¡qué corte! ¡no sabía qué decir!
Y no me enrollo más, os dejo la recetilla ganadora y la
dirección por si os apetece verla publicada en la página del concurso.
Ingredientes:
- 1 trucha
- 3 nueces
- 1 ramita de eneldo
- 2 cucharadas de leche de coco
- 1 cucharada de coco rallado
- 1 rebanada de pan de molde
- sal
- 75g de cortezas de cerdo deshidratadas
- 1 clara de huevo
- harina para rebozar
- aceite para freír
Lo primero ha sido limpiar la trucha hasta dejarla libre de
espinas y piel.
En un cuenco pongo el pan con la leche de coco para que se
ablande.
En una picadora he puesto: la trucha, las nueces, el pan
remojado que habrá absorbido toda la leche de coco, el eneldo, el coco rallado y un poco de sal.
Con esta mezcla preparo los bombones, 12 en total.
Toca pasarlas por harina y retirar el exceso hasta el
aburrimiento, deben tener la cantidad justa para que no se deshagan cuando
caigan dentro del agua hirviendo.
Ahora un cazo con el agua donde he cocido las espinas, la
piel de la trucha y una pizca de sal y por supuesto, perfectamente colado y
limpio. Al fuego.
Cuando hierve este líquido porgo a cocer las
albóndibombones, no demasiado, unos dos minutos a partir de que el agua vuelva
a hervir.
Las retiro y reservo.
Trituro las cortezas de cerdo deshidratadas, yo lo he hecho con Thermomix.
En un cuenco bato bien la clara y voy pasando los albóndibombones
por ella, de ahí al rico rebozado, las cortezas de cerdo, aplasto bien y con
cuidado para no romperlas, procurando que quede bien cubierta toda la
superficie.
Solo falta freírlas.
Aceite bien caliente y abundante que hará que estos bombones
no sean Ferrero Roche, pero que están de lujo y que son bastante más
económicos, es un hecho.
Para acompañarlos una mayonesa de wasabi y salsa teriyaki,
un poco de tomate frito, y un poco de cebolla caramelizada con vinagre de
Módena.
Hasta yo me he sorprendido, un bocado rico, suave, crujiente
y lo que es mejor, me he quedado con ganas de más.
Una recomendación, o mejor, una opinión personal, se pueden
hacer más grandes, pero creo que este es un bocado de tamaño perfecto y una
entrada, incluso una tapa, francamente
apetecible.