He creído que platos como este son capaces de “levantar el ánimo” a cualquiera, y no estoy exagerando, es increíble el resultado final.
A veces cuando hablaba con Tere (creo que no debo aclarar más veces que me refiero a mi hermana) ella me recordaba el cuaderno de la tía Juanita (sí Fernando, otra vez la tía). Siempre lo mismo, que tenía que buscarlo, que si no lo tendría yo, que había recetas muy ricas (entre ellas este pollo), y yo siempre contestaba que de estar en mis manos lo tendría enmarcado.
Septiembre, Alzira ¡Aparece el cuadernito! Sólo unas recetas, pero qué recetas, estábamos encantadas, yo empecé como loca a leer lo que resultaba demasiado complicado, el tiempo había borrado algunas zonas pero rápidamente me puse a restaurar las parte ilegibles, eso sí, con sumo cuidado e intentando sustituir de forma correcta todas las palabras que ya no estaban o que estaban pero ¡como estaban! Creo que lo conseguí. Empecé a copiar hasta que me di cuenta que era más fácil hacer fotos de cada página, el cuadernito era del tamaño de un DIN A6 lo que facilitaba la fotografía.
Es la segunda vez que lo preparo, la primera me colé bien colada y me está bien empleado por no leer bien antes de empezar a cocinar, o mejor dicho, sí que leí bien, lo que no hice fue llegar al final y es que el principio de toda la preparación estaba escrito justo al final, vamos, casi como un the end, y en este caso el orden de los factores sí altera el producto. La receta está escrita sin poner cantidades, lo que está claro es que se refiere a un pollo hermoso y de corral.
Los ingredientes:
- 1 pollo hermoso (a ser posible de corral)
- Un manojo de estragón fresco
- Manteca de cerdo
- 300 ó 400 ml de nata culinaria
- Sal y pimienta.
Después de limpiarlo bien de plumas y quemar si fuera necesario, que suele serlo, lavé bien el pollo debajo de un buen chorro de agua fría, lo embadurné bien con la manteca de cerdo, sal, pimienta y unas ramitas de estragón en su interior. Lo até un poco para que no se esparramase durante el asado y al horno a 170º C hasta que estuvo hecho y bien doradito.
Mientras en un mortero machaco el resto del estragón, sólo las hojas, añado la nata, mezclo bien y reservo.
El pollo ya está “casi” bien asadito. Lo saco del horno lo paso a una tabla, le quito sus ataduras y lo troceo. Retiro parte de la grasa que ha soltado mientras estuvo en el horno y mezclo el jugo libre de esa grasa con la nata y el estragón que tenía reservado.
Los trozos del pollo los coloco con mimo otra vez en la misma fuente y sobre ellos vuelco la mezcla anterior y otra vez al horno, no demasiado tiempo, hay que tener en cuenta que ya está “casi” asadito.
La tía recomienda en sus notas acompañarlo con arroz blanco y así lo he hecho, pero enriqueciéndolo un poco con pasas y piñones ha sido el acompañamiento ideal para este delicioso pollo, y como no, regando el conjunto con su espléndida salsa.
Os animo a probarlo, yo ya estoy pensando en preparar un capón al estragón para estas Navidades, o quizás una pularda, ya os contaré.
Los trozos del pollo los coloco con mimo otra vez en la misma fuente y sobre ellos vuelco la mezcla anterior y otra vez al horno, no demasiado tiempo, hay que tener en cuenta que ya está “casi” asadito.
La tía recomienda en sus notas acompañarlo con arroz blanco y así lo he hecho, pero enriqueciéndolo un poco con pasas y piñones ha sido el acompañamiento ideal para este delicioso pollo, y como no, regando el conjunto con su espléndida salsa.
Os animo a probarlo, yo ya estoy pensando en preparar un capón al estragón para estas Navidades, o quizás una pularda, ya os contaré.