Octubre es un
buen mes para visitar Francia, yo lo hice en este mes y París estaba
maravilloso, claro que... Y cuándo no lo está...
Recuerdos aparte
diré que elegí Francia para nuestras cocinas del mundo por varias razones, pero
la principal, la que más me condicionó, sin duda alguna, su gastronomía, que va
más allá de una sencilla, que no simple, omelette.
Pero nuestro
vecino país no sólo tiene gastronomía, tiene mucho más. Escribo unos pequeños
ejemplos:
Tiene
arquitectura como las catedrales de Reims, Chartres, Amiens, Notre Dame, y no sólo
catedrales, edificios maravillosos como El Louvre, el Panteón de París, la Torre Eiffel, etc.
El arte se le
sale por los cuatro costados. Nombraré: finales del XIX, el impresionismo con
Édouard Manet, Toulouse-Lautrec, Gauguin, Cézanne… sin olvidar al fauvista
Matisse… en fin, sus Bellas Artes están bien representadas.
Como no quiero
aburrir que para eso ya está “la internés”, añadiré que en literatura es el
país con más premios Nobel, 14.
Su gastronomía
está considerada como referente mundial, aquí, añado, con permiso de España, lo
siento, pero me tira la patria. Sin duda, cuna de grandes cocineros como
Taillevent, La
Varenne, Escoffier, Ducasse y Bocuse ¡Ah! Y la guía roja
Michelín… ésta… sin comentarios.
A lo que interesa:
mi plato de este viaje.
Me he decidido
por una caussolet, plato recio, equivalente a nuestra fabada. Es sabroso y
desde luego espectacular. Es típico del Sur de Francia, en especial de las
regiones de Languedoc y Mediodía-Pirineos. Si buscas una receta te aparecen
tropecientas, por eso me he ido directamente a uno de mis fiables libros,
bueno, a mí me lo parece.
El largo tiempo
de cocción hace que las alubias y la carne se hagan tan amigos que forman un
excelente conjunto.
Ingredientes:
- 300g de alubias
blancas
- 125g de
cebollas
- 3 dientes de
ajo grandes
- 1 ½ litro de
caldo sin sal
- 1 hoja d laurel
- 200g d panceta
fresca
- 400g de costilla
de ternera (ésta era de cherna gallega)
- 2 salchichas de
Toulouse (butifarra catalana)
- Sal y pimienta
negra
- 1 ramillete de
romero y tomillo
- 1 cucharadita
de orégano
Lo primero, las
alubias en remojo un mínimo de 8 horas.
Después, escurro
las alubias y las pongo en una cazuela y añado las cebollas partidas en trozos
grandes, el laurel y los ajos pelados y partidos a la mitad. Cubro las alubias
con el doble de su volumen de caldo sin sal. Pongo a cocer al fuego durante una
hora.
Mientras, preparo
la carne, es decir, la troceo. A las salchichas se les quita la piel, a mí se
me olvidó quitársela a mis butifarras.
Ahora escurro las
alubias, el ajo, la cebolla y el laurel en un colador y reservo el caldo.
El horno ya
estará a 170º.
Sazono las
alubias con sal y pimienta.
Y vuelvo a poner
en el fondo de la cazuela una capa de alubias, encima la panceta, otras pocas
alubias, la carne y las hierbas. Encima los tomates bien triturados con un
tenedor y un poco de caldo. Encima las butifarras y por último las alubias restantes.
Cubro con el
caldo de la cocción de las alubias y por encima el tomillo y el orégano.
Lista para el
horno donde pasará un mínimo de tres horas. Hay que comprobar de vez en cuando
si necesita más líquido, no debe quedar seco.
Se puede utilizar
paletilla de cordero, pecho de cordero, codillo, pato, en fin, yo utilicé estas
costillas que estaban en casa y sinceramente no me arrepiento, porque esto no
es un plato, realmente es un platazo. Es casi imposible que salga mal con los ingredientes
que lleva. En mi casa, teniendo en cuenta hacia que estación del año vamos, se
va a comer más de una vez.
Espero que os
guste, por lo menos, tanto como a mí.
Sólo me falta
poneros los enlaces de vuestros viajes por riguroso orden de llegada y agradeciendo
de antemano vuestra participación.
En Octubre viajamos on la "G" de la mano de Teresa en su casa tere? ¿a dónde?