Hay carnes que no me resulta fácil encontrar, al menos no tanto como me gustaría. Hoy me refiero al secreto de cerdo ibérico, creo que de ahí viene su nombre “secreto” pero con 007.
La suerte fue ir a comprar carne con mi hermana Tere a El Barraco (Ávila), no era la primera vez, está tan cerca de El Tiemblo, dónde he pasado tantos veranos y dónde mi hermana sigue teniendo una casita, que ayuda a disfrutar de la carne de la zona.
Pues bien, un día de este pasado verano nos fuimos a llenar la nevera de distintas piezas y vi que tenían secreto, venía envasado al vacío y no dudé en llevarme un paquete que tenía como dos kilos de carne.
La suerte fue ir a comprar carne con mi hermana Tere a El Barraco (Ávila), no era la primera vez, está tan cerca de El Tiemblo, dónde he pasado tantos veranos y dónde mi hermana sigue teniendo una casita, que ayuda a disfrutar de la carne de la zona.
Pues bien, un día de este pasado verano nos fuimos a llenar la nevera de distintas piezas y vi que tenían secreto, venía envasado al vacío y no dudé en llevarme un paquete que tenía como dos kilos de carne.
La sorpresa fue que era congelado y ya no lo estaba, de esto me di cuenta en casa y claro, ya no podía volver a congelarlo, había que comérselo todo de golpe y en casa somos tres, pensé como prepararlo para poder disfrutarlo en varias veces y así surgió preparar casi todo en orza, como el lomo. Antes, unas lonchitas simplemente fritas y en bocadillo. No voy a explicar como estaba aquel bocata, no dudo de vuestra inteligencia para imaginarlo.
El proceso es el mismo que utilicé para el lomo, así que no os aburriré repitiendo el proceso, pero os dejo un resumen de la preparación de los ingredientes.
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de sal gorda
- Tomillo fresco
- Orégano
- 1 ramita de romero fresca
- 250 ml de vino blanco (no tenía vino de Manzanilla)
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 150 ml de aceite de oliva
Para el adobo he mezclado, el ajo, la sal, el tomillo, el orégano, el pimentón, el vino blanco, el aceite y listo. La carne dentro a reposar toda la noche.
Toca freír y en aceite bien limpio al que añado una cucharada de manteca de cerdo, ahora a conservar en la “fiambreraorza” de cristal.
Además de estar divino con huevos y patatas fritas, también se presta a otras formas de disfrutarlo como un rico aperitivo preparado con el secreto y, que sin ningún secreto, paso a relataros, bueno, a contaros en dos líneas. El ingrediente principal ya lo tenemos preparado lo que facilita este bocado.
Rodajas de pan frito muy bien escurrido sobre papel de cocina, y sin que se enfríe del todo ponemos sobre el una generosa cantidad de Torta del Casar y encima dos o tres tiritas de secreto refrito en un poco de su propia grasa de conservación.
Es de tal sencillez que su elaboración no necesita ni destreza ni precisión, pero es tan apetecible y resulta tan jugoso que no me resisto a contároslo.