31 de julio de 2011

Gazpacho verde que te quiero...

Gazpacho de tomates verdes absolutamente delicioso


Lo más divertido de toda esta historia fue encontrar los tomates verdes, porque para ser sincera, no es tan sencillo encontrar buenos tomates que sepan a tomate y ni te cuento si además quieres que estén verdes. Y es aquí donde una se encomienda a todos los santos e intenta encontrar los adecuados, teniendo en cuenta que es la base fundamental de esta crema fría.

Ahora un pequeño guión sobre mi charla con el frutero.

8,30h, frutería Luci, antes de entrar a trabajar


Marga (yo misma): Hola, buenos días.
Frutero: Hola ¿Qué le pongo?
M: Quiero tomates verdes
F: ¿Tomates verdes?
M: Sí… tomates verdes
F: Pero… ¿Verdes…verdes?
M: Claro, totalmente verdes…
F: Pero… ¿verdes de verdad?
M: (empezando a perder la esperanza) Sí, tomates verdes, verdes por fuera y verdes por dentro…
F: ¡Ah! ¡Ya! Creo que tengo unos por ahí en una caja… un momento y se los enseño
(El frutero aparece con una caja de fruta y en el fondo unos cuantos tomates con un aspecto de lo más innoble…)
Los tenía ahí sin saber muy bien que hacer con ellos, venían mezclados con los colorados y me daba pena tirarlos ¿Le sirven?
M: Ya lo creo, pero… están un poco feos ¿No?
F: Sí, pero no se preocupe que elegimos los que estén bien y listo, porque estos tomates tipo “bolita” no tienen nada que envidiar a los RAF, además se los dejo muy baratitos ¿Cuántos necesita?
M: Por lo menos un kilo…
(El buen hombre, tan majo él, fue rebuscando los que estaban impolutos y vaya, ya lo creo que salió el kilo, algo más de kilo y medio que me llevé muy, muy barato, todos por 1€.)


Todo este empeño en preparar esta crema tiene una culpable, Elena, una compañera de trabajo. Hace unas semanas nos contaba que había comido un gazpacho verde buenísimo, y claro, faltó tiempo para preguntar ¿Verde? ¿Con espárragos? Pues no, no llevaba espárragos, tan solo le contaron que llevaba algo de tomate, algo de esto, algo de aquello y un poquito de más allá, en fin, ni cantidades ni nada de nada más, ni vinagre, ni aceite, no tenía ni idea de nada más.

Había que intentarlo, hacer algo parecido, o no, porque yo no sabía como estaba el que ella había comido y como ella no ha probado este, tampoco sé si se parece en algo, pero es igual, no importa si hay diferencias, que las habrá, da igual porque este ha salido rico hasta decir basta.


ingredientes verdes


Los ingredientes:
- 1 k Tomates verdes
- 1 Pimiento verde
- 1 Cebolleta
- 1 Aguacate
- 50g de miga de pan candea
- 150ml de aceite
- 50ml de vinagre de Jérez
- Sal y pimienta


Tan sencillo de preparar como un gazpacho al uso.


picar


Es decir, los tomates y los pimientos, bien limpios y troceados, junto con la cebolleta, también troceada, y el aguacate. Pongo el vinagre, la sal, la pimienta, el pan y listo para pasar la fase de trituración.


salpimentar


Añado el aceite para seguir batiendo un par de minutos más. Es el momento de probar y comprobar si necesita más sal o vinagre o lo que se tercie.

Lo paso por chino o colador para eliminar cualquier resto de pepitas o pellejos y al frigorífico.


verde que te quiero verde


La guarnición, al gusto, yo utilicé :

8 espárragos verdes
8 gambones
2 dientes de ajo bien picaditos
4 cucharadas de aceite.
Una loncha de jamón serrano


Pongo dos cucharadas de aceite en la sartén y doro un poco los ajos. Añado los espárragos, un poco de sal y salteo unos minutos. Escurro bien el aceite y reservo.

Limpio los gambones y pongo las cabezas en sartén con 2 cucharadas de aceite para que se frían bien. Aplasto las cabezas y paso por un colador para extraer toda la sustancia y es en esta sustancia donde salteo los gambones con su pizca de sal correspondiente, 6 de ellos troceados y 6 enteros. Escurro el jugoaceite y reservo.

Junto los espárragos, menos 12 puntas, con los gambones troceados. También junto los restos de los dos aceites que me servirán para poner unas gotas por encima del gazpacho.

Para servirlo coloqué un aro pequeño en el centro del plato que rellené con una cucharada de la guarnición, encima el gambón entero y las dos puntas de espárrago. Por último una tirilla de jamón serrano.

Es el turno del gazpacho que sirvo alrededor de su guarnición. Ahora y con mucho cariño retiro el aro. Por encima unas gotas de los dos aceites y listo para llevar a la mesa.


Gazpacho verde


La primera sorprendida del resultado fui yo misma, francamente, no es un gazpacho al uso pero está delicioso.

Espero que os guste.

16 de julio de 2011

Salsapaña con pasta

salsapañá


De perdidos al río. Si, eso fue exactamente lo que pensé cuando llevaba hecha una parte de esta salsa, pero me resistía a no utilizarla. Sé perfectamente que soy muy cabezona y a veces, o siempre, demasiado exigente conmigo misma, no, no presumo de ello, para nada, todo lo contrario, ya me gustaría poder evitarlo.

Igual no era para tanto, pero a mi aquella mezcla no me resultaba nada, nada apetecible, es más, no me gustaba ni una pizca, lo que hizo que fuera añadiendo ingredientes un poco al tun tun, y resultó por fin un final, si no feliz, sí comestible y seré sincera, no había que tirarlo.

Todo empezó por culpa de una berenjena con una semana de vida en mi nevera, y si tengo en cuenta mis últimas experiencias con las berenjenas que se quedan en la parte trasera del cajón de las verduras, que se vuelven tan negras por dentro como por fuera, y que terminan en otro cajón con otro nombre y con tapa, elegí esta vez no darle esa oportunidad. La cocí en el microondas, le quité la piel y guardé la pulpa para hacer algo con ella al día siguiente. Así empezó este plato.

Los primeros ingredientes:

- La berenjena
- 1 pimiento verde
- 1 cebolleta

Con todo bien picado, incluida la carne de la berenjena, pongo una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva virgen. Hasta aquí todo normal.

En la cesta de la fruta UNA reineta, manzana, claro está, solita y algo triste ¡Ven p’aca maja! La pelo, la corto y a la sartén.


sofrito + queso + caldo


Una lata empezada de anchoas maravillosas Serrats y me digo a mi misma, 3 ó 4 aquí dentro igual quedan estupendamente… pues casi que no demasiado, y ¿Ahora que hago? No lo voy a tirar, tan malo no está pero rico tampoco… probemos… lo trituro todo, añado un vasito de caldo de carne concentradillo que tenía en el congelador y le doy un hervor… aún le falta algo ¡Queso! ¡Dios! Como me gusta el queso y cuanto tengo que agradecerle, en este caso Cebreiro, un generoso trozo que no pesé. Bien, la cosa iba mejorando. Lo dejé que cociera a fuego lentísimo unos minutos y probé, rectifiqué de sal, pero sal especial, porque piqué unas hojas de albahaca y las trituré y adentro con ella, una cucharaditata de miel y... amigos, aquello era otra cosa, estaba bueno, es más, estaba rico.


salsa


Ahora a preparar el plato. Cuezo la pasta, no recuerdo el nombre que ponía la bolsa y debería recordarlo porque tiene una forma preciosa. Ya cocida la escurro y reservo un poco del agua de cocción.


pasta perejil + queso


Mezclo la pasta con la salsa y voy añadiendo poco a poco el agua reservada hasta que se queda la pasta envuelta en una salsa semilíquida. Vuelco todo en una fuente de horno y lo cubro con abundante queso rallado.


en la fuente



Por encima el toque final, perejil machacado con aceite, lo justo para que le de un puntillo de color y, por supuesto, sabor.


salsapañá


Probablemente no sea una receta de libro, pero cumplió su "trabajo" a la perfección.

8 de julio de 2011

Mariscada para cuatro

Bogavante


Tengo la buena, o mala, costumbre de no contar nada sobre los resultados obtenidos en algunos concursos donde decido participar, independientemente del resultado, ya sea bueno o malo, da lo mismo. Sencillamente diré que me produce cierto pudor compartir la alegría que me producen, además de sentirme un poquito orgullosa.

Lo primero que me interesa de ellos es el tema que proponen y por supuesto quien los convoca. En este caso un correo de Victor Trujillo me recordaba que aún tenía tiempo para enviar mi receta a muchogusto para el concurso del mes de Junio.


Buey de mar


Lo segundo, desde hace algún tiempo, es algo que me parece francamente importante, el sistema de elección de los ganadores.

No negaré que los premios, como no, también son importantes y en ocasiones muy apetecibles. Aquí el primero era una mariscada para cuatro personas de Mariscos Rías Bajas ¡Uf! ¡Madre mía! Que delicia. Los tres siguientes tampoco estaban nada mal, pero ese marisquito…


Nécora


Preparé mi “pasión de verano” sin pensar en otra cosa que no fuera disfrutarlo y teniendo en cuenta el resultado pensé… ¿Lo mando? Realmente era apropiado para el tema del mes, así que me vino como anillo al dedo.

La cuestión es que, si unimos lo uno y lo otro, este ha sido un concurso que reunía las dos opciones, y si además recibo un correo a primera hora de la mañana, donde dice que he ganado el primer premio… que queréis que os diga… que estoy encantada con el resultado.


Centolla


Gracias Victor por elegir mi receta, no te imaginas la satisfacción que se siente. Y por supuesto agradecer a Jerónimo el pedazo envío de mariscos, todos fantásticos, no podía ser de otro modo...


¡SON GALLEGOS!