Lo fines de semana largos como el que hemos tenido en Madrid, vienen francamente bien para evadirte y olvidarte de algunas memeces y de aquellos que las generan.
Además ha venido mi hermana Tere que vive en Alzira y nos lo hemos pasado estupendamente, toda la mañanita del sábado lo pasamos de compras y por la noche cena con los amigos con un menú que pronto compartiré con vosotros.
Hoy toca este aperitivo que preparo especialmente para el I Concurso de MiblogdePinxos, Astrid espero llegar a tiempo.
Queda rico y es, como procuro siempre, fácil de hacer. También es de esos pintxos que se pueden preparar con antelación, lo que viene francamente bien cuando tienes que cocinar alguna cosilla más. Lo único que os recomiendo es poner el abrigo de piña un ratito antes de servirlo.
Los ingredientes:
- Salmón ahumado
- Queso tipo cremoso (he utilizado cebreiro)
- Una cucharada de pasas
- Una cucharada de miel
- Piña natural y un poco de azúcar
No pongo cantidades, dependerá un poco de cuanto relleno salga, a mi me gusta que se noten las pasas, salmón poco porque ya se hace la casa con él y la miel dependerá de lo dulce que sea cada uno.
Además ha venido mi hermana Tere que vive en Alzira y nos lo hemos pasado estupendamente, toda la mañanita del sábado lo pasamos de compras y por la noche cena con los amigos con un menú que pronto compartiré con vosotros.
Hoy toca este aperitivo que preparo especialmente para el I Concurso de MiblogdePinxos, Astrid espero llegar a tiempo.
Queda rico y es, como procuro siempre, fácil de hacer. También es de esos pintxos que se pueden preparar con antelación, lo que viene francamente bien cuando tienes que cocinar alguna cosilla más. Lo único que os recomiendo es poner el abrigo de piña un ratito antes de servirlo.
Los ingredientes:
- Salmón ahumado
- Queso tipo cremoso (he utilizado cebreiro)
- Una cucharada de pasas
- Una cucharada de miel
- Piña natural y un poco de azúcar
No pongo cantidades, dependerá un poco de cuanto relleno salga, a mi me gusta que se noten las pasas, salmón poco porque ya se hace la casa con él y la miel dependerá de lo dulce que sea cada uno.
Después de tener las pasas en remojo un par de horas, en agua o algún licor, las escurro y las pico muy menuditas. En un cuenco pongo el queso de cebreiro (un gallego tierno delicioso), una loncha de salmón también muy picadita, las pasas, la miel y lo mezclo todo.
El salmón lo corto en tiras que voy rellenando con la mezcla anterior como si fuera un canelón y los reservo en el frigorífico.
Pelo la piña y corto láminas finísimas, si se tiene un cortafiambres sería fantástico, o una mandolina, o simplemente con cuidado y paciencia. Para caramelizar la piña pongo una sartén al fuego con un poco de azúcar, una pizca de vainilla en polvo (optativo) y unas gotas de limoncillo verde (o amarillo) para que el caramelo no cristalice, coloco las láminas de piña y dejo que se vayan caramelizando a fuego muy lento no quiero que se quemen, ya que le daría un cierto sabor amargo al pintxo poco interesante.
En el último momento, para que el salmón no se ablande demasiado ni coja excesivo sabor a su piña, repito con ella lo mismo que hice al principio con el salmón, enrollo y sujeto con una pequeña brocheta, aunque no es imprescindible ya que la piña no es tonta y se queda totalmente abrazada al salmón. Por encima unas gotas de aceite de oliva mezcladas con una pizca de vinagre de Módena, repito “gotas”, ya tiene suficientes sabores.
Otros, los he acompañado con una lluvia de azúcar glas por encima, ni que decir tiene que estos no llevan ni aceite ni vinagre.
No sabría decir cuales me gustan más.
El salmón lo corto en tiras que voy rellenando con la mezcla anterior como si fuera un canelón y los reservo en el frigorífico.
Pelo la piña y corto láminas finísimas, si se tiene un cortafiambres sería fantástico, o una mandolina, o simplemente con cuidado y paciencia. Para caramelizar la piña pongo una sartén al fuego con un poco de azúcar, una pizca de vainilla en polvo (optativo) y unas gotas de limoncillo verde (o amarillo) para que el caramelo no cristalice, coloco las láminas de piña y dejo que se vayan caramelizando a fuego muy lento no quiero que se quemen, ya que le daría un cierto sabor amargo al pintxo poco interesante.
En el último momento, para que el salmón no se ablande demasiado ni coja excesivo sabor a su piña, repito con ella lo mismo que hice al principio con el salmón, enrollo y sujeto con una pequeña brocheta, aunque no es imprescindible ya que la piña no es tonta y se queda totalmente abrazada al salmón. Por encima unas gotas de aceite de oliva mezcladas con una pizca de vinagre de Módena, repito “gotas”, ya tiene suficientes sabores.
Otros, los he acompañado con una lluvia de azúcar glas por encima, ni que decir tiene que estos no llevan ni aceite ni vinagre.
No sabría decir cuales me gustan más.