Rollitos fritos rellenos con algas

Esta es la forma que se me ocurrió para aprovechar lo que me sobró de lechuga de mar y de pasta china.

Es muy sencillo de preparar, esta vez he utilizado un par de latas de conservas y, como siempre, algo de sofrito.

Para el sofrito:

1 cebolleta
½ pimiento verde
Cuando está bien pochado, añado:

- 2 ó 3 cucharadas de tomate frito
- 1 lata de atún en aceite de oliva
- 1 lata de mejillones en escabeche

Escurro el atún, lo desmigo y lo añado al sofrito, lo dejo un par de minutos más y lo retiro del fuego.

Escurro y pico los mejillones y los añado a la mezcla anterior.

Pico bien las algas que tenía reservadas (como un puñadito), las mezclo con la farsa anterior y dejo enfriar.

Sobre cada una de las obleas de arroz pongo una cucharada de la mezcla, lo enrollo y el final lo pego con huevo para que no se abra.

Para hacerlo algo diferente no los he metido al horno, los he frito y los he acompaño con un poco de salsa de tomate frito caliente.

Es algo sencillísimo, casi la única dificultad es picar los ingredientes, enrollar, freír y por supuesto comértelos.

Esta pasta es mejor tomarla en caliente y casi diría que recién frita, si se queda fría pierde ese punto crujiente que la hace deliciosa y bastante ligera.

He descubierto que al mejillón le van “la mar” de bien las algas.

HEMC #15 Pestiños de lechuga de mar

El HMEC de las algas me ha servido para conocer un poco su mundo, sus cualidades, su utilización en la cocina, etc.

Me encontraba tan perdida y a la vez tan interesada en ellas, que no he tenido más remedio que ponerme las pilas e investigar un poco, además me resistía a no participar.

La única que, hasta ahora, me había permitido utilizar era el alga Nori, para hacer maki sushi, y ahí se terminaba mi conocimiento sobre ellas.

Pero... soy afortunada, y tengo buenos amigos como Raúl, que además de ser un gran cocinero, conoce el mundo de las algas.

Yo tenía pensado hacer una sencilla ensalada japonesa, que haré en su momento porque ya tenía comprada el alga correspondiente, pero después de hablar con Raúl y de ver las variedades que tenía en su cocina (por cierto las hay preciosas) descubrí que también las hay molidas y hechas polvo para sazonar y dar sabor, pero eso si, todas son gallegas, del Atlántico.

Después de su clase magistral me dio varias ideas, bastante originales, que a mí no se me hubieran ocurrido jamás, y la que voy a compartir me pareció preciosa, fácil, y sorprendentemente rica.

He utilizado la Lechuga de mar (Ulva rígida).

Para hidratarla he seguido las instrucciones de la bolsa, 5’ en agua salada y 15’ ó 20’ de cocción. La he dejado escurrir y después la he puesto sobre un paño limpio para terminar de quitarle toda la humedad posible, pero sin dejar que se quede seca.

Los sencillos ingredientes:

Lechuga de mar
Pasta fina china
Huevo

Hay que tener cuidado que no se rompan las hojas de pasta china al separarlas, mientras no se utiliza la siguiente hay que mantenerlas tapadas con un paño mojado para que no se sequen.

Las voy separando de una en una con sumo cuidado. Sobre ella pongo una capa de la lechuga de mar que tengo escurridita.

Pinto los bordes con huevo batido, coloco encima la segunda hoja de pasta, y con cuidado aplasto un poco para que quede bien sellada.

Pliego como si fuera un pañuelo, y hago lo mismo con los demás pestiños, hay que tener cuidado para que no se rasgue la pasta, como veréis el primero se ha roto un poco, no pasa nada, pero quedan más bonito sin roturas.

Los voy poniendo sobre una placa de horno, donde he puesto papel para que no se peguen, y los pinto con huevo.

Los he cocido a 180°, el tiempo como siempre dependerá del horno de cada uno, pero se hace rápido.

Para endulzarlas:

Miel
Canela
Azúcar, y azúcar glas
Sirope de arce

Unas las he preparado con miel y canela, a otras les he puesto el sirope, azúcar glas y también canela. Lo cierto es que los he ido endulzando de diferentes formas.

Soy la primera sorprendida con el resultado, espero que os gusten.

Ya os contaré próximamente lo que he hecho con los restos de las algas y la pasta china, no tan original pero diría que casi más rico.

¡Gracias Raúl!

"Acibechería", premio "Thinking Blogger Award"

Es agradable recibir premios, sobre todo si vienen de blogueros amigos, porque así te das cuenta que los demás valoran tu trabajo, que te visitan, te dejan mensajes, te dicen cosas agradables, y una se siente verdaderamente orgullosa.

los culpables:

la flor de la cannella
Ana y Victor
Auro

delokos

Ana

Gracias de corazón a los tres que me habéis elegido para este premio, la pena es que no puedo corresponderos, o mejor dicho no debo.

Es posible que alguno de mis nombramientos ya tenga otro concedido ¡NO IMPORTA! Que cuelgue este también en la vitrina.

Los nominados:

Pilar la lechuza

Delantal

milcolores

Pamela y su blog

Poskito

¿Porqué estos?

Por las delicias en cazuela de barro, por lo videos entrañables, por su afán de aprender, por estar tan lejos y tan cerca, por su sencilla sencillez, y sobre todo porque sí, porque me apetece que esta vez sean ellos.

Las reglas para participar son sencillas:

- Sí, y sólo sí, tú has sido seleccionado escribe un post que incluya 5 blogs que te hagan pensar(con un link, a cada uno de ellos para que puedan ser visitados).
- Hacer en tu post un link al post de Ilker (no confundir con Iker Casillas o Iker Jiménez) para que se pueda encontrar el origen de este premio.

- Opcional: Muestra el “Thinking Blogger Award” con un link al post que tu escribiste. Se puede elegir color dorado o plateado, el que más te guste, en este caso el oro y la plata son números uno.

Mil gracias.

Brocheta de langosta

Tenía pensado preparar este plato el día de mi cumple para cenar, pero me fue imposible gracias las horas que pasé colgada al teléfono.

Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y buena quedó, o mejor dicho, no quedó nada de nada.

Al principio solo tenía claro una cosa, que tenía que cocerla ¿y después? ¿Mayonesa? ¿Salsa rosa? Era como si te fueras a comer un langostino gordísimo, no me apetecía demasiado así que como casi siempre ¡a improvisar!

Ingrediente de lujo:

- 1 cola de langosta (agua y sal)

La dejo que se descongele. Pongo al fuego una olla con abundante agua salada ,como se merece el bicho para que piense que está en su casa. Cuando hierve meto la cola de langosta y cuando vuelve a hervir la dejo cocer 20’.

Ya cocida la dejo enfriar, y como buenamente puedo le quito toda su cáscara, procurando que no se rompa. Hago rodajas que inserto de 2 en dos en brochetas pequeñas de bambú y reservo. Guardo todos los trocitos que hayan sobrado o que se han deshecho al cortar.

El sofrito:

- 2 chalotas
- 1 puerro
- 1 trocito de pimiento verde
- 1 trocito de pimiento rojo
- perejil
- aceite y mantequilla
- 1 vasito de Pedro Ximénez
- 1 vasito de nata líquida

Como siempre el sofrito lo he preparado a fuego lento, cuando está bien pochadito he añadido el Pedro Ximénez. Dejo cocer unos minutos y añado la nata líquida.

La vinagreta:

- 1 melocotón
- 1 pimiento verde pequeño
- 1 cuchara de miel
- 1 cuchara de mostaza
- el zumo de una lima
- un chorrito de aceite

Pico el melocotón y el pimiento y añado los trocitos de langosta. En un cuenco mezclo bien los demás ingredientes y remuevo, añado lo ya picado y reservo.

En una fuente de horno, bien untada de mantequilla coloco las brochetas, encima de cada medallón de langosta pongo un poco del sofrito y una buena cantidad de queso rallado.

Lo meto al horno a 210º y dejo que se gratine un poco.

Las acompaño con la vinagreta que he puesto sobre una rodaja de tomate, y unas verduritas fritas.

Pienso repetirlo, pero la proxima vez será con mero, rape o cualquier pescado que se merezca una brocheta.

¡Buen provecho!

Costillas sobre la marcha

Ya sé que no hay que abusar de la carne de cerdo, pero de vez en cuando me encanta. Las costillas, el solomillo, la presa, el secreto, etc.

Las costillas casi siempre las preparo guisadas con patatas o asadas, pero hoy me he puesto a sacar material del frigo y ya de paso, los he ido apuntando para que no se me olvidaran, es triste reconocerlo, pero después soy incapaz de recordar que ingredientes he utilizado, me refiero a platos que preparo por primera vez.

El resultado final ha sido bueno, hasta yo he mojado pan, y conste que me lo tengo totalmente prohibido, es una cuestión de bultos extraños que se van amontonando en determinadas partes de mi cuerpo.

Deseo de corazón compartir los bultos, digo... las costillas, así que empecemos.

Ingredientes:

- 1 k de costillas de cerdo frescas y sin adobar
- 1 pimiento verde
- un manojo de espárragos
- 2 cebolletas
- ¼ de champiñones
- unas hojitas de hierbaluisa (optativo)
- 2 pimientos choriceros
- 3 tomates
- ¼ litro de vino tinto
- caldo o agua
- 1 hoja de laurel, sal y aceite de oliva

Lo primero, salar las costillas y ponerlas a que se doren en una cazuela con aceite de oliva. Ya doradas las saco a una fuente y las reservo.

En el mismo aceite dónde he dorado las costillas, pongo a pochar las cebolletas muy picaditas. Voy añadiendo el pimiento, los espárragos y el champiñón, todo bien picado y dejo que se rehogue todo junto unos minutos. Ahora añado el tomate que tengo pelado y picado, y sigo rehogando un poco más.

En este momento he decidido añadir un chorizo cortado en rodajas, no lo he puesto en los ingredientes porque es totalmente opcional, aunque le ha dado un saborcillo muy especial.

Mientras, he calentado el caldo dónde he puesto los dos choriceros para que se hidraten, lo he triturado en la turmix y lo he colado por un colador para eliminar las pieles y las pepitas.

Añado las costillas y el vino, dejo cocer unos minutos más para que evapore el alcohol. Cubro el guiso con el caldo que tengo colado, pongo la hoja de laurel y que empiece a cocer.

Preparo un majado con:

- unos piñones
- 1 diente de ajo
- unos trocitos de pan
- y la hierbaluisa

Frío todos los ingredientes, los escurro bien de aceite y luego al mortero, dónde los dejo hechos una pasta lo más fina posible, añado un poco de agua, lo remuevo y a la cazuela.

Dejo cocer todo junto a fuego muy lento removiendo de vez en cuando para que no se pegue.

Como ya tiene sus propias verduras, no sabía con que acompañarlo y de pronto se me ha encendido la bombilla, "Yorkshire pudin", que pija me estoy volviendo, pero es facilísimo, rápido de hacer, está riquísimo y queda precioso.

Menos mal que puse dos para hacer la foto, a los demás no les dio tiempo de pasar a la posteridad.