Hace unos días, para ser más exacta, el 24 de octubre, pude, por fin, dar un abrazo con besos a una amiga después de tantos años sin conocernos. Me explico: sin conocernos, en directo, porque llevamos siete años disfrutando de nuestra amistad por internet.
No tengo palabras, o sí, pero no
sé cómo ordenarlas para explicar lo que supuso ese encuentro. Sólo diré que la
alegría fue mutua.
No seré yo quien descubra ni a
ella ni a su blog. Ahora bien, Bea es la única culpable de mi pasión por las
galletas de mantequilla y por ese red velvet que ya forma parte de mis
bizcochos favoritos y que siempre termina convertido en una tarta maravillosa.
Su libro me parece espectacular,
tener a mano tanta información es fantástico. Que forme parte de mi librería gastronómica…
bueno, diré la verdad, aún no está en ninguna estantería, sigue formando parte
de ese grupo de elegidos que tengo encima de la mesa, pero repito, que forme
parte de mi librería no es suerte, es un lujo.
La receta de hoy es su banana
loaf (cake de plátano). Ni por un
momento dudé que ésta era la primera que quería hacer. Enseguida vais a
descubrir el porqué.
Con permiso de mi amiga, me permito copiar la receta tal cual está en el libro, perfectamente explicada para construir esta delicia.
- 175g de mantequilla
- 300g de harina
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- ½ cucharadita de bicarbonato sódico
- ¾ de cucharadita de sal
- 250g de azúcar
- 3 huevos de tamaño L
- 350g de puré de plátanos maduros (3 o 4 plátanos grandes)
- 20g de nata fresca
- 75g de pepitas de chocolate
- 75g de nueces cortadas en trocitos
Engrasar con aceite o con espray especial el molde de cake alargado
de 23cm.
Precalentar el horno a 175º C.
Tamizar juntos la harina, el bicarbonato sódico, el polvo de
hornear y la sal, y reservar.
Batir la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una mezcla
que haya blanqueado y que sea esponjosa.
Añadir uno a uno los huevos, ligeramente batidos, y batir a
velocidad baja. No agregar el siguiente hasta que el anterior esté totalmente
integrado.
Incorpora el puré de plátano y batir.
A velocidad baja, añadir un tercio de la mezcla de la harina
y batir. Adjuntar la mitad de la mezcla de la nata y continuar alternando los ingredientes,
terminando con la harina.
Añadir las pepitas de chocolate y las nueces a mano con una
espátula de silicona hasta que queden uniformemente incorporados.
Verter la masa en el molde que tenemos preparado y hornear
entre 60 y 70 minutos o hasta que, al pinchar con un palito, este salga
totalmente seco.
Sacar del horno y dejar reposar dentro del molde durante 10
minutos. Pasado este tiempo, desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una
rejilla.
Un delicado bizcocho al que no puedes resistirte, lo que conlleva mucho peligro, me refiero a esa dichosa línea que se pasa media vida preocupándonos… o no?
Antonio, fue un placer conversar contigo, tan solo un ruego ¡Veniros para los madriles!