No se como podía tener esta delicia en borrador, despiste imperdonable, y aunque esté de vacaciones, no puedo dejar pasar la ilusión que me hace compartir con vosotros ser la ganadora del mes de Julio de Conservas Serrats.
Cuando los ingredientes tienen entidad propia, no necesitan ni mucha ni poca ayuda, y eso es exactamente lo que ocurre con estas nuevas sardinillas picantes de Conservas Serrats, un lujazo de sabor. Tenía razón Esperanza cuando me habló de ellas en el salón del gourmet. Me advirtió de lo que me iba a encontrar dentro de esa pequeña lata y vaya si tenía razón.
Cuando los ingredientes tienen entidad propia, no necesitan ni mucha ni poca ayuda, y eso es exactamente lo que ocurre con estas nuevas sardinillas picantes de Conservas Serrats, un lujazo de sabor. Tenía razón Esperanza cuando me habló de ellas en el salón del gourmet. Me advirtió de lo que me iba a encontrar dentro de esa pequeña lata y vaya si tenía razón.
Pero
tan sólo quedaban 3 en la lata y yo quería un aperitivo de domingo. El vino ya
estaba en el frigo. Era el momento perfecto para esas sardinillas... Había que encontrar algún digno
acompañamiento y vaya si lo encontré.
Fácil, sencillo, pero rico, muy rico.
Rodajas
de pan tostado, pero de pan pan, quiero decir, cuando me sobra pan siempre lo
aprovecho de alguna manera, la mayoría de las veces lo tuesto pero a mi manera.
Pinto las rodajas con aceite de oliva virgen extra y a la "carmela"
hasta que tengan ese tostado que tanto me gusta, eso sí,
mientras se están tostando las aplasto con una espátula hasta el aburrimiento.
Hecho
esto pongo encima una ligerísima capa de queso cremoso, éste Philadelphia.
Ahora
una rodaja finísima de tomate, y otra,
también fina, de rico fresón.
Y la
reina de esta fiesta, sin corona, porque ella es la corona de este delicioso
bocado.
¡Ah!
Por encima, una sencilla vinagreta que preparé con cebolleta, un par de fresas,
bien aliñado con el aceite de la lata de las sardinillas. Coronando el festín un poco de ralladura de nuez de macadamia.
Ya
está, tan fácil que no necesita más fotos que la final, la que parece que está
diciendo cómeme.
Espero
que os guste y os animo a probar estas sardinillas que, si ya me parecían maravillosas, a partir de ahora pasarán a ser bocado de domingo en el cielo.