Me gustan los escabeches de carne, pescado, pimientos... creo que es más fácil decir que me gustan todos, no sólo por sus sabores, aromas y texturas. Tienen la gran ventaja de ser preparaciones que duran varios días en el frigorífico sin perder ni un ápice de su sabor, es más diría que algunos mejoran bastante.
Este de hoy es de conejo de granja, carne que me parece deliciosamente buena, aunque sea necesario enriquecerla un poco, no pasa lo mismo con los de campo, quien los pillara más a menudo.
Este de hoy es de conejo de granja, carne que me parece deliciosamente buena, aunque sea necesario enriquecerla un poco, no pasa lo mismo con los de campo, quien los pillara más a menudo.
Es una carne muy magra con poca grasa, contiene 133 Kcal cada 100 g. lo que la hace ideal para regímenes alimenticios. Su contenido lipídico es equilibrado, contiene minerales como el hierro, el zinc y el magnesio con un alto contenido en vitaminas del grupo B. Es una carne de fácil digestibilidad. Es muy versátil a nivel gastronómico, ya que admite multiples formas de preparación, por lo que es idónea para todas las edades y personas, por lo que no debe faltar en una alimentación variada, sana y equilibrada.
He preparado este escabeche pensando en dos amigos, delantal y josemari (lástima que no esten más cerca para poder compartirlo), se que les gusta la fiesta del vinagre, y como no, del aceite de oliva virgen, el verde laurel, su amigo el dientes de ajo, la negra pimienta y alguna que otra hierba aromática, sin todos estos ingredientes, no habría fiesta.
Los ingredientes:
- 1 conejo
- 2 puerros
- 2 cebolletas
- 2 zanahorias
- 5 ó 6 dientes de ajo sin pelar
- 2 hojas de laurel
- 1 ramita de tomillo, mejor fresco
- 1 manojo de perejil
- unos granos de pimienta negra
- 250 ml de vinagre (en este caso de cava)
- 500 ml de aceite de oliva virgen
- sal
Es uno de los escabeches más fáciles de preparar que conozco, lo que necesita más “estudio” es cortar el puerro y la cebolleta en juliana, la zanahoria ni eso siquiera, ya que es suficiente con hacerla rodajitas. Nada impide ponerla también en juliana, yo la prefiero así, en rodajas como si de un buen lomo se tratara.
Una vez realizados estos trámites, empieza el proceso:
Lo primero acomodar el conejo en una cazuela en una sola capa, y para que no sienta frío lo cubro con los demás ingrediente, por encima de todos ellos la sal gorda necesaria.
Ahora el mal llamado "papel" de aluminio. Cubro muy bien toda la superficie de la cazuela, lo aplasto bien por los bordes para evitar que evapore el mínimo aroma del contenido, y lo que sería peor, que se escape el vinagre. Hecho esto, pongo encima de la cazuela su tapa original para que no la eche de menos y de este modo que ayude a sujetar el aluminio.
Lo paso al fuego, y lo dejo cocer a fuego medio-bajo unos 35’-40’.
¡Y ya está!
No necesita más guarnición que sus propias verduras, con las que ha compartido protagonismo, pero de añadir algo sería unas patatas hervidas y aliñadas en caliente con un poco de su propio escabeche bien ligado.
Y esto es todo por hoy, espero que los aromas que desprende este tipo de preparaciones os guste tanto como a mí.