Siento debilidad por los arroces caldosos, pero esta vez he intentado preparar lo más parecido a un risotto. Creo haber conseguido que se parezca, al menos comparándolo con los que he comido fuera de casa, y diría que me ha gustado más que algunos de ellos.
Los arroces secos también me gustan, especialmente alguno de los que prepara mi hermana Tere, sobre todo el de bacalao con garbanzos. Creo que debo animarme a prepararlo aunque sólo me quede la mitad de bueno que a ella.
Lo cierto es que soy amante de los arroces en general, bueno, del arroz blanco de enfermo hervido con poca sal NO, para nada. Aunque yo preparo uno de “enfermo” que me enseñó mi amiga Merche (q.e.p.d.) que era médico y sabía un rato de cómo curar más de una gastroenteritis de verano, aunque este sirve para cualquier época del año.
La primera que disfrutó de este arroz curativo fue precisamente Tere. Fue un verano en El Tiemblo (Ávila), Tere estaba malísima, llevaba 4 días hecha polvo, su estómago no admitía nada, ni líquido ni sólido, realmente daba pena verla. Estábamos en la piscina las tres y Merche dijo: “Vamos a casa que te voy a preparar un arroz que resucita cualquier cuerpo que esté como el tuyo…” y allí nos fuimos.
En un ratito estaba hecho y Tere empezó a comer, a poquitos, con miedo, pero después de unas cuantas cucharadas su cara empezó a cambiar, creo que realmente resucitó, hasta tenía buen color, su vida de los últimos días cambió tan rápido que desde entonces ese arroz, de lo más sencillo, ha pasado a formar parte de la historia familiar, o mejor dicho, del botiquín de urgencias casero.
Los arroces secos también me gustan, especialmente alguno de los que prepara mi hermana Tere, sobre todo el de bacalao con garbanzos. Creo que debo animarme a prepararlo aunque sólo me quede la mitad de bueno que a ella.
Lo cierto es que soy amante de los arroces en general, bueno, del arroz blanco de enfermo hervido con poca sal NO, para nada. Aunque yo preparo uno de “enfermo” que me enseñó mi amiga Merche (q.e.p.d.) que era médico y sabía un rato de cómo curar más de una gastroenteritis de verano, aunque este sirve para cualquier época del año.
La primera que disfrutó de este arroz curativo fue precisamente Tere. Fue un verano en El Tiemblo (Ávila), Tere estaba malísima, llevaba 4 días hecha polvo, su estómago no admitía nada, ni líquido ni sólido, realmente daba pena verla. Estábamos en la piscina las tres y Merche dijo: “Vamos a casa que te voy a preparar un arroz que resucita cualquier cuerpo que esté como el tuyo…” y allí nos fuimos.
En un ratito estaba hecho y Tere empezó a comer, a poquitos, con miedo, pero después de unas cuantas cucharadas su cara empezó a cambiar, creo que realmente resucitó, hasta tenía buen color, su vida de los últimos días cambió tan rápido que desde entonces ese arroz, de lo más sencillo, ha pasado a formar parte de la historia familiar, o mejor dicho, del botiquín de urgencias casero.
Para no liarme con los dos arroces, y como este curativo es tan sencillo, si queréis, os lo cuento en unos días.
Volvamos al risotto, o similar, empezando por sus ingredientes:
- 1 cebolleta
- 75 g de mantequilla
- 350 g de arroz, he utilizado arborio
- 125 ml de vino blanco
- 1 l de caldo (preparado con cabezas de gambón y carabineros)
- 75 g de queso parmesano,
- Unas hebras de azafrán, sal y pimienta.
- Las proteínas: lomo de salmón fresco y unos gambones.
En algo más de la mitad de la mantequilla pongo la cebolleta bien picada y la rehogo a fuego lento sin dejar que se dore.
Añado el arroz y remuevo para juntarlo bien con la cebolleta hasta que esté claro, casi transparente, pero sin dorarse. Añado el vino, mezclo y dejo que se evapore. Voy añadiendo el caldo sin dejar de remover, el arroz no tiene que quedar seco en ningún momento, pero tampoco caldoso.
A falta de unos cinco minutos, más o menos, añado el pescado y sigo removiendo con cuidado para que no se deshaga. Añado el azafrán en el último añadido de caldo.
Cuando está prácticamente cocido le añado el queso y el resto de la mantequilla y mezclo. Es el momento de comprobar el punto de sal y pimienta y de rectificar si es necesario.
Ha tardado en cocerse unos 25 minutos, pero ha quedado delicioso.
Estos son los típicos platos que no me atrevo a repetir con los mismos ingredientes porque estoy segura que nunca volvería a salirme igual.
Volvamos al risotto, o similar, empezando por sus ingredientes:
- 1 cebolleta
- 75 g de mantequilla
- 350 g de arroz, he utilizado arborio
- 125 ml de vino blanco
- 1 l de caldo (preparado con cabezas de gambón y carabineros)
- 75 g de queso parmesano,
- Unas hebras de azafrán, sal y pimienta.
- Las proteínas: lomo de salmón fresco y unos gambones.
En algo más de la mitad de la mantequilla pongo la cebolleta bien picada y la rehogo a fuego lento sin dejar que se dore.
Añado el arroz y remuevo para juntarlo bien con la cebolleta hasta que esté claro, casi transparente, pero sin dorarse. Añado el vino, mezclo y dejo que se evapore. Voy añadiendo el caldo sin dejar de remover, el arroz no tiene que quedar seco en ningún momento, pero tampoco caldoso.
A falta de unos cinco minutos, más o menos, añado el pescado y sigo removiendo con cuidado para que no se deshaga. Añado el azafrán en el último añadido de caldo.
Cuando está prácticamente cocido le añado el queso y el resto de la mantequilla y mezclo. Es el momento de comprobar el punto de sal y pimienta y de rectificar si es necesario.
Ha tardado en cocerse unos 25 minutos, pero ha quedado delicioso.
Estos son los típicos platos que no me atrevo a repetir con los mismos ingredientes porque estoy segura que nunca volvería a salirme igual.
Hola margarida!
ResponderEliminarpues este no será el arroz curativo, pero estoy segura que reviviría a un muerto!!!! madre mía que pinta!!!
un beso.
VAYA MARAVILLA!
ResponderEliminarUna receta exquisita!
te he dejado un regalo en mi blog,si quieres pasa a recogerlo......
Un beso.
¡¡Buenísimo!! me estoy imaginando lo rico que tiene que estar este arroz... hasta aquí llega el olorcito
ResponderEliminarMe encantan los risotto. Y la verdad es que este que has preparado se ve tan sencillo y tan delicioso, que me han entrado nas ganas de probarlo....
ResponderEliminarSe nota la cremosidad en las fotos.
Un saludo, Begoña
Pues me ha encantado. Llevo ya un tiempo viendo risottos de marisco, y la verdad, me habéis convencido. No hay más que ver la foto final, es preciosa y sugerente. ¿A quien no le gusta uno sólo de los ingredientes que has puesto?. Buenísimo, seguro. Un saludo.
ResponderEliminarLa verdad es que a mi de cualquier manera y con los ingredientes que lleva el tuyo te ha quedado de lujo.
ResponderEliminarMi hija pequeña es la reina del arroz de enfermo, todas las noches de su vida, antes de cenar lo que toque, ella se toma su bolecillo de arroz, a raiz de una gastroenteritis muy mal que tuvo hace 3 años..., asi que en mi casa, a kilos gasto yo el arroz...
Mil besotes
Ahora que se hacerca la època de gastrointeritis sobretodo danos la receta del arroz curativo mágico .!!!
ResponderEliminarA mi también me encanta el arroz y lo prefiero caldoso por eso soy una gran amante de los rissoto ... el tuyo me parece riquisimo !!!
besitos
Margarida, como siempre tus recetas despampanantes. Adoro el risotto, al igual que tú los arroces me pierden. Con salmón y gambas no lo he tomado nunca y ya mismo tomo buena nota.
ResponderEliminarEspero que nos cuentes tambien del arroz de Tere, ese con bacalao y garbanzos, menuda mezcla, eh? y desde luego ese que salva almas en pena.
Un abrazo y buena semana.
¡¡Que cosa mas rica!! Tiene una pinta brutal. Yo también tengo algún plato de los de no repetir, pero al final salen ricos, o cosas nuevas.
ResponderEliminarUn beso.
Pues a mí me pasa como a ti, que me encantan todo tipo de arroces y a veces hago una receta que me sale estupendamente y luego ya no la puedo repetir, ya no sale igual, un misterio...
ResponderEliminarTu arroz meloso se ve riquísimo, pero nos tienes que poner la receta de ese arroz curativo, que ya me dejaste con el gusanillo.
Besitos.
Tiene una pinta extraordinaria!!!
ResponderEliminarIntentaré hacerlo con basmati y sin queso, hago Montignac y no puedo mezclar ambos ingrediente...
besotes!!!
Menudo lujo de plato seguro que no quedó ni un grano en el plato.
ResponderEliminarSaludos
Ummmm, delicioso, haber si me invitas un día a comer, este arrocito, besos, pepa.
ResponderEliminarY pensar que a mi antes, no me gustaba así de espesitos, hasta este invierno...ummmm!!
ResponderEliminarCon estos ingredientes el tuyo tiene que estar buenísimo!!
Estará bien el curativo para sanar el cuerpo, pero cualquiera de tus recetas sana el ánimo y el espíritu, mismamente ese risotto tan rico que nos has preparado. Un abrazo Marga.
ResponderEliminarqué bueno!!! te he conocido en twiter, me gusta mucho tu blog :D bsts
ResponderEliminar