La suerte de tener amigos conocedores de mi afición a la cocina, es la cantidad de información que me facilitan. En uno de los últimos pdfs recibidos, lleno de recetas muy golosas, estaban estos “cordiales” que aunque sólo fuera por el nombre, merecían la pena ser leídos. Y vaya si mereció la pena, son deliciosamente exquisitos.
Siento no poder decir el origen de estas pastas-galletas, no viene ningún tipo de comentario al respecto, tan sólo viene la receta pura y dura, bueno, creo que exagero un poco ya que no tiene nada de dura, es de una sencillez extraordinaria.
Una pequeña aclaración, yo tuve que añadir más almendras y más cabello de ángel, supongo que las cantidades que vienen escritas son para huevos más pequeños que los que había puesto. No añadí más azúcar, hice bien, no era necesaria.
Ingredientes (para huevos pequeños):
- 250 g de almendras crudas
- 200 g de azúcar
- Ralladura de un limón
- 3 huevos
- 250 g de cabello de ángel
Picar las almendras, cada uno como buenamente pueda, pero debe quedar en trocitos para que se noten, no pulverizadas.
Pulverizar el azúcar y añadirle la ralladura del limón, o limón verde. Incorporar los huevos y mezclar bien batiendo todo junto. Añadir las almendras, tapar el recipiente y dejar en la nevera que repose un mínimo de dos horas.
Pasado ese tiempo se añade el cabello de ángel que se mezcla con una espátula. En este punto fue donde me di cuenta que aquella mezcla estaba demasiado clara, era imposible hacer montoncitos con ella, así que decidí picar más almendras y añadir más cabello de ángel, a partes iguales. Como ya se me hizo un poco tarde decidí dejar la mezcla toda la noche, o mejor dicho, toda la noche y gran parte del día siguiente en la nevera, lo que facilitó hacer los montoncitos.
Sobre papel de horno bien untado de mantequilla puse los montoncitos, bien separados unos de otros, con una cuchara o cucharita.
En el horno precalentado a 180º cocer de 10 a 12 minutos, eso dice la receta, pero en mi horno necesitaron unos 15’, ni uno menos. Pero bastará con estar pendiente hasta que los bordes estén bien dorados, es el momento justo para que dejen de sufrir esos fuertes calores.
Siento no poder decir el origen de estas pastas-galletas, no viene ningún tipo de comentario al respecto, tan sólo viene la receta pura y dura, bueno, creo que exagero un poco ya que no tiene nada de dura, es de una sencillez extraordinaria.
Una pequeña aclaración, yo tuve que añadir más almendras y más cabello de ángel, supongo que las cantidades que vienen escritas son para huevos más pequeños que los que había puesto. No añadí más azúcar, hice bien, no era necesaria.
Ingredientes (para huevos pequeños):
- 250 g de almendras crudas
- 200 g de azúcar
- Ralladura de un limón
- 3 huevos
- 250 g de cabello de ángel
Picar las almendras, cada uno como buenamente pueda, pero debe quedar en trocitos para que se noten, no pulverizadas.
Pulverizar el azúcar y añadirle la ralladura del limón, o limón verde. Incorporar los huevos y mezclar bien batiendo todo junto. Añadir las almendras, tapar el recipiente y dejar en la nevera que repose un mínimo de dos horas.
Pasado ese tiempo se añade el cabello de ángel que se mezcla con una espátula. En este punto fue donde me di cuenta que aquella mezcla estaba demasiado clara, era imposible hacer montoncitos con ella, así que decidí picar más almendras y añadir más cabello de ángel, a partes iguales. Como ya se me hizo un poco tarde decidí dejar la mezcla toda la noche, o mejor dicho, toda la noche y gran parte del día siguiente en la nevera, lo que facilitó hacer los montoncitos.
Sobre papel de horno bien untado de mantequilla puse los montoncitos, bien separados unos de otros, con una cuchara o cucharita.
En el horno precalentado a 180º cocer de 10 a 12 minutos, eso dice la receta, pero en mi horno necesitaron unos 15’, ni uno menos. Pero bastará con estar pendiente hasta que los bordes estén bien dorados, es el momento justo para que dejen de sufrir esos fuertes calores.
A esta familia, y al resto de amigos que las han probado, les han encantado.
Dani, espero que las hagas y que le gusten a tu chica :)
Dani, espero que las hagas y que le gusten a tu chica :)
Nota importante:
En algunas fotos veréis que pone “darangda” no es que yo haya cambiado de nombre, es mucho más sencillo. Por suerte para mí esas fotos las ha hecho mi hija, y ella sí que sabe.
Tienen que ser una delicia...tienen una pinta....con esas fotos, entran por los ojos de una manera .... espectacular.
ResponderEliminarUn saludo, Begoña
Margarida, yo no he probado los cordiales, pero el aspecto me recuerda muchísimo a las tejas ¿no es cierto?
ResponderEliminarQue buenas estas cordiales, y dale la enhorabuena a tu hija por las fotos son estupendas, besitos y que te mejores, que me ha dicho un pajarito que estas algo malita.
ResponderEliminarMargarida, al leer cordiales he dicho, Ohhh¡¡¡ a mi marido le encantan, loas compro amenudo e imagino que en cada sitio hay un maestrillo, je je. Los que compro son mas gordos, imagino que en las pastelerias deberan justificar su precio, probare los tuyos pñorque lelvan esos iongredientes, aunque en otra pasteleria le ponen sultanas y creo que recortes de bizcocho, igual por eso son mas grandes.
ResponderEliminarDe todas formas probare y ya te contare como me han quedado.
Otra cosa, las fotos de tu hija sensacionales.
Saludos desde Almeria
¡Qué raro se me hace ver cordiales en estas fechas!
ResponderEliminarEn Murcia son muy típicos, pero sobre todo para Navidad; por lo que sé tienen origen en la repostería de conventos y son tradicionales especialmente en zonas levantinas. Normalmente se hacen más gordos, y con una base de oblea. Aunque la verdad, los tuyos tienen un aspecto riquísimo, crujientito...
Un beso :)
Estan diciendo, cómeme de 5 en 5!!.
ResponderEliminarTodos en casa teneis un talento que paqué!
Yo tampoco había oído hablar de ellos hasta que conocí a mi marido, que es de Murcia. Su madre los hace y también le salen muy ricos. No sé si originariamente son de allí, pero en Murcia están en todas las pastelerías.
ResponderEliminarLydia
Pues con lo que me gustan los cordiales, seguro que esta receta me encanta, una manera diferente de comerlos. Besos!
ResponderEliminarHola ...Margarida estas cosas alegran la vista y el paladar ...realmente divinos gracias por esta receta
ResponderEliminarQué ricos!!!!
ResponderEliminarMerecen la pena, sin duda! El cabello de ángel lo haces o lo compras?
Mira tú por dónde tengo un bote de cabello de angel que no sé en qué utilizarlo y me has dado una idea buenísima.
ResponderEliminarLa verdad es que los cordiales tienen una pintaza barbara.
cordiales saludos amiga
Hola Margarida.
ResponderEliminarGracias por hacerle una visita a mi blog, para mi es todo un honor que alguien como tú pase por mi humilde y modesto blog. La verdad es que me siento muy pequeñita ante gente como tú.
También quiero darte las gracias por tus recetas, dado que hoy he hecho una de ellas. Concretamente, la tarta de manzana 11+11. Sencillamente riquísima, un éxito total. Pasará a formar parte de nuestro recetario familiar de por vida, seguro.
Bicos galegos
Desde lugo entre las fotos y la presentación dan ganas de comérselas.
ResponderEliminarPues entre tu hija y tú nos habéis puesto contra la pared a contar 6para calmar el hambre que tenemos a esta hora!!! (1.2.3.4.5.6 "yo me calmo y vosotros lo veréis"...).
ResponderEliminarEsta maravilla la he visto en pastelerías, y recuerdo haberlo probado hace años. No sé si es que alguien del pueblo de mi padre las hacía, o las comprábamos en mi barrio. Déjame preguntar.
Te han salido de película. Un saludo.
Vaya, si ya décía yo. Son como las "tejas" de toda la vida ¿verdad?. Un saludo.
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