Tarta de Mondoñedo

No es una buena forma de empezar a desengrasar después de unas navidades, lo suyo sería una verdurita hervida o al vapor pero como que no es lo mismo.

Nada tengo en contra de esas verduras que van a formar parte de mi dieta durante algo más de unos días, algo que tengo asumido y estoy bastante acostumbrada. La culpa no es mía, es de todo lo que se pega en torno a mi “silueta” en forma de… bueno, bueno, tampoco hay que contar todas las intimidades ;)

No voy a escribir un tratado sobre esta deliciosa y contundente tarta, tan solo diré que su origen no esta demasiado claro, aunque también se cree que está representada en uno de los dinteles del Pazo de Xelmírez en Santiago de Compostela (s. XII).

Fue el Maestro Obrador Carlos Folgueira “O Rei das tartas” en los años 50 quien crea la famosa tarta de Mondoñedo, haciendo con ella famosa esta bella localidad lucense “Mondoñedo”, cuna de Álvaro Cunqueiro, gran exponente de la literatura gallega y buen gastrónomo

Voy a copiar tal cual la receta que Jorge Victor Sueiro escribe en su libro "Comer en Galicia" aunque después de busca que te busca encontré unas cantidades que os cuento pero que no he seguido a rajatabla, me he guiado más por el buen saber del Sr. Cunqueiro que tomó sus notas en buena fuente.

Ingredientes: Hojaldre, bizcocho, almíbar, cabello de ángel, almendras y frutas confitadas. Las cantidades varían según el tamaño de la tarta, que puede pesar desde medio k hasta cuatro o más, según el recipiente en que se haga. Los recipientes son como perolas, de hierro de altura entre 10 y 15 cm. Se cubre el interior del perol con una capa de hojaldre como de centímetro y medio de gruesa; a continuación se echa el bizcocho, previamente emborrachado en el almíbar y escurrido; la siguiente capa está compuesta por el cabello y luego la almendra, que hay que tostar, rallar y cocer en el almíbar. La capa de almendras conviene que vaya espesa. Finalmente se adorna con unas tiras de la misma masa de hojaldre y va al horno un par de horas, tapada con un papel para que no se queme por arriba. Después de salir del horno y enfriar se baña con un almíbar fuerte y se termina de adorna con frutas confitadas: higos, cerezas, etc. (Carlos Folgueira. “O rei das tartas”. Mondoñedo. Lugo)

Ahora las cantidades que he encontrado y que prácticamente no he respetado, me he guiado más por las cantidades que tenía de cada ingrediente por casa. Pero sí son orientativas.

- 200g de hojaldre
- 200g de cabello de ángel
- 200g de almendra molida

Para el almíbar:
- 300g de azúcar
- 1 vaso de agua

Para el bizcocho:
- 4 huevos
- 4 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de harina

El remate final:
- 5 higos confitados
- ½ vaso de almíbar
- 8 cerezas en almíbar

Con el agua y el azúcar se prepara un almíbar a punto de hebra fina. Cuando está en ese punto se añaden las almendras y se dejan cocer unos minutos.

Yo preparé algo más de almíbar, prefería que me sobrara a quedarme corta. También troceé un poco las almendras, después de haberlas tostado, antes de ponerlas a cocer en el almíbar. Se escurren y se reservan.

En cuanto al bizcocho preparé el que me enseñó Mami que no me falla nunca. Sea el que sea el que se prepare, tiene que cocerse en molde redondo.

Con la pasta de hojaldre se cubre todo el interior del molde redondo, el mismo que se ha utilizado para cocer el bizcocho ¿Por qué el mismo? Es lógico, porque ahora se introduce el bizcocho dentro del molde forrado con el hojaldre.

Se empapa con medio vaso del almíbar donde han cocido las almendras.

Ahora se pone una capa de cabello de ángel y sobre ella otra capa con las almendras.

Se cubre con tiras de hojaldre formando un enrejado y está lista para ir al horno a 180º hasta que esté bien cocido el hojaldre.

Cuando esté bien fría se desmolda y se echa por encima el resto del almíbar, si nos ha sobrado, y se adorna con frutas confitadas, en mi caso guindas, es lo único que tenía en ese momento.

Francamente deliciosa. No es buena para desengrasar pero es estupenda para endulzar los primeros días de este nuevo año.