Empiezo a escribir estas notas sin saber aún el resultado de estas albóndigas, si salen buenas está claro que las compartiré, y si ocurre lo contrario espero que por lo menos puedan comerse.
Ya he dicho que estoy a dieta, pero una de esas dietas que requiere visitar una vez al mes al señor endocrino, bien, a mi me tocaba la primera visita después de un mes de aceptar que hay “algunas” viandas a las que no puedo recurrir en caso de necesidad aunque mis glándulas gustativas lo requieran.
¿Por qué cuento esto?, sencillamente porque ayer esperando mi turno en la consulta, dónde tuve que esperar un buen rato, mucho diría yo, y sin libro, lo olvidé, tenía a mi lado una nuera y una suegra, eso lo supe después de empezar a prestar atención a su conversación, al principio no me interesaba lo más mínimo por lo que sólo oía, pero ¡ay! De pronto mi oído empezó a escuchar, fue entonces cuando descubrí el parentesco. La nuera comentaba las cenas que le preparaba al hijo de la suegra, hasta ese momento nada interesante, la verdad es que había demasiado taper, pero de pronto le pregunta a la suegra ¿qué llevaban las albóndigas que comimos en tu casa el otro día? Estaban buenísimas... a lo que responde la suegra: las preparé como siempre, con su carne de ternera y de cerdo mezcladas, perejil, ajo, huevo y miga de pan remojada en leche, pero.... hace unos días una vecina me dijo que ella cuando ya tenía la mezcla hecha les añadía besamel ¡besamel! No se me habría ocurrido jamás. Pienso hacerlas este fin de semana y si el resultado es lo que comentaba la nuera os lo contaré.
Hoy domingo continúo mi escrito y os diré lo importante que es a veces escuchar. Es una lástima no conocer a la buena vecina para darle las gracias, realmente están espectaculares, la besamel les aporta una cremosidad increíble.
Ya he dicho que estoy a dieta, pero una de esas dietas que requiere visitar una vez al mes al señor endocrino, bien, a mi me tocaba la primera visita después de un mes de aceptar que hay “algunas” viandas a las que no puedo recurrir en caso de necesidad aunque mis glándulas gustativas lo requieran.
¿Por qué cuento esto?, sencillamente porque ayer esperando mi turno en la consulta, dónde tuve que esperar un buen rato, mucho diría yo, y sin libro, lo olvidé, tenía a mi lado una nuera y una suegra, eso lo supe después de empezar a prestar atención a su conversación, al principio no me interesaba lo más mínimo por lo que sólo oía, pero ¡ay! De pronto mi oído empezó a escuchar, fue entonces cuando descubrí el parentesco. La nuera comentaba las cenas que le preparaba al hijo de la suegra, hasta ese momento nada interesante, la verdad es que había demasiado taper, pero de pronto le pregunta a la suegra ¿qué llevaban las albóndigas que comimos en tu casa el otro día? Estaban buenísimas... a lo que responde la suegra: las preparé como siempre, con su carne de ternera y de cerdo mezcladas, perejil, ajo, huevo y miga de pan remojada en leche, pero.... hace unos días una vecina me dijo que ella cuando ya tenía la mezcla hecha les añadía besamel ¡besamel! No se me habría ocurrido jamás. Pienso hacerlas este fin de semana y si el resultado es lo que comentaba la nuera os lo contaré.
Hoy domingo continúo mi escrito y os diré lo importante que es a veces escuchar. Es una lástima no conocer a la buena vecina para darle las gracias, realmente están espectaculares, la besamel les aporta una cremosidad increíble.
Las he preparadado como casi siempre, pero me he permitido añadirles la besamel, la cantidad que he creido conveniente, lástima no conocer a la vecina para preguntala, no importa han salido muy ricas.
Mis ingredientes:
- 500 g de carne de ternera
- 250 g de carne de cerdo
- Miga de pan remojada en leche y escurrida
- 100 g de jamón picadito
- 1 huevo
- Perejil y sal
- 500 g de carne de ternera
- 250 g de carne de cerdo
- Miga de pan remojada en leche y escurrida
- 100 g de jamón picadito
- 1 huevo
- Perejil y sal
Yo suelo preparar las albóndigas con estos ingrediente, nunca añado ajo en esta mezcla ya que a mi hija no le gusta, tampoco lo hecho de menos, algunas veces también les añado un poco de queso rallado, nunca Parmesano, pero hoy no he querido mezclar demasiados sabores para comprobar si realmente se notaba esa besamel.
La bechamel:
- 1 cebolleta muy picadita
- 1 chalota igual de picada
- 1 cucharada generosa de harina
- ½ litro de leche entera
- Sal y nuez moscada
- Un poco de aceite de oliva
Después de tener la cebolleta y la chalota muy pochadita he añadido la harina con la sal y la nuez moscada, la he dejado freír un poco y he ido añadiendo leche hasta obtener la consistencia que pensé que necesitaba. La he dejado cocer a fuego lento un buen rato.
He mezclado todos los ingredientes de las albóndigas y he ido añadiendo besamel hasta que me ha parecido prudente, unas 2 ó 3 cucharadas, he seguido mezclando muy bien.
Ahora lo normal, les doy forma, las rebozo con un poco de harina, las sacudo para que no queden demasiado enharinadas y las frío, no demasiado tienen que terminar de cocer en la salsa.
Para la salsa:
- 2 cebolletas
- 1 puerro
- 1 pimiento verde
- Leche de coco
- Azafrán, sal
- Caldo de verduras, con 2 huesos de caña
... y 2 cucharas de la besamel que sobró
Pocho bien las verduras, y decido añadir para espesar la besamel que sobró y no harina, remuevo bien y añado la leche de coco y el caldo, dejo cocer, trituro añadiendo la médula de los 2 huesos de caña y paso por un colador para que no quede ningún rastro de hebras.
Pongo las albóndigas en una cazuela plana, las cubro con la salsa y dejo que cueza todo junto, el tiempo, el necesario.
No hay muchas fotos, pero es tan sencillo que no se necesita más que aprender a escuchar, sólo lo justo, claro está.
Oooohhh!!! no se que me parece más ideal si el que le pongas besamel a las albóndigas o la salsa. Y eso de añadir el tuétano de los huesos de caña, me parece eso...una caña!! Ahora que tengo que comer en casa, creo que voy a hacer esta recetilla porque me imagino que de un día para otro estará mejor. Seguramente será para la semana que viene, pero esta cae. Ya te contaré.
ResponderEliminarLa próxima visita al médico iré preparado. A ver si cae algún truquillo.
ResponderEliminarPensar en el tuétano me despierta los sentidos y me recuerda las miradas furtivas a los huesos del cocido dominical esperando que en el reparto toque la parte con más cañada.
La foto de la yema retozando entre las carnes, magistral Margarida.
jajajaa, qué divertido el post y la manera de desccubrir recetas.
ResponderEliminarEs muy original lo de la bechamel, y lo de la leche de coco que es cosa tuya.
Probaré el invento.
que te puedo decir, como siempre muy destacadatremenda seleccion de ingredientes
ResponderEliminarsaludos
Que importante es escuchar...verdad, magnifica idea lo de la bechamel, yo hace tiempo descubrí que en elo reelnos de carne picada quedaban mas espectaculares con un poco de bachamel. En las albondigas no he probado, a partit de ahora seguro. Un beso
ResponderEliminarTienen una pinta estupenda esas albóndigas, voy a ver si las he escuchado correctamente........Por cierto tienes una sorpresilla en mi blog, cuando quieras puedes pasar a recogerla. Saludillos!!!!
ResponderEliminarUff! Imagino que estas albóndigas deben estar super cremosas y suaves.
ResponderEliminarQue ricas.
Un abrazo
Este hecho de que estés a dieta me temo que significa que no vas a hacer pan...;-)))
ResponderEliminarlo que podrás escuchar claramente, son los ruidos de mis tripas al ver estas novedosísimas albóndigas de béchamel...mi vecina dice que te diga que no es ella la vecina implicada en el caso (y me lo creo, porque si fueran de ella estarían rellanas de ajo, qué mala soy). Un beso muy grande!
Me reí un montón con tu entrada! Es verdad, a veces hay que poner "la antena" que se escuchan cosas muy interesantes, je,je.
ResponderEliminarMagnifica receta como siempre.
Un bico
lurka no se si estará mejor, pero a las que sobraron no le han hecho ningún asco. Que rico el tuétano.
ResponderEliminarjosemari en casa cuando era niña, y no tan niña, Mami siempre pedía 4 huesos de caña era la única forma de evitar peleas y aun así...
delantal creo recordar que tengo por ahí una receta de carne con salsa de coco, prometo que deliciosa, que me contó y yo escuché muy bien, una amiga portuguesa, la busco y la cuento para que veas cuanto enriquece un plato.
francisco tú como siempre tan amable, mil gracias.
nekO si te quieres ahorrar hacer bolitas te diré que las cantidades que pongo, y con la besamel, ha cundido mucho así que parte está congelado y en forma de filete ruso, ya veremos si se convertirá en una rica hamburguesa o... no se, no se...
su claro, claro... en un pastel de carne también tiene que estar buenísimo ;)
salvia gracias por tu premio, ya he pasado ha recogerlo pero aún no lo tengo puesto en la repisa ;))
cocina mia si que lo están, y eso que yo solo he probado media, ya sabes cuestión de kilos :(
cannella tranquila que no le diré nada a tu vecina de sus ajos jejeje...
Cuanto me alegra tu vuelta, echaba de menos los comentarios sobre mi exquisita forma de preparar el pan, lo suave y rico que me queda.
pilar yo creo que a partir de ahora voy a llevar grabadora camuflada, por si cuela.
Ole por tu "escucha" y ole por la ejecucion!!!
ResponderEliminarcon tu permiso, me las llevo prestadas, me ha encantado lo de la bechamel y la leche de coco, lo mas!!!
Besotes desde el levante
Hola Margarida, soy nueva en tu blog y ha sido un placer escuchar a estas albóndigas que están diciendo a gritos cómeme. La bechamel tiene que dejar jugosísima la carne picada, lo voy a tener en cuenta. La imagen vende pero hay ocasiones en las que las palabras pintan un gran cuadro.
ResponderEliminarUn saludo.
Ana
Estás invitada a darte un paseo por mi blog cuando quieras.
Soy yo.
ResponderEliminarEs que sigo pensando en tu post
Como me gustó, y no creas que ahora voy con la oreja bien lista a todos los sitios. Un beso
hooola...
ResponderEliminardios que presencia tienen esas albondigas......!!!
el tema bechamel me ha llegado al alma... pero lo de la leche de coco me ha dao directamente en los morros......
a dios pongo por testigo, que las proximas las encoco....!
ciaooo y tu sigue escuchando...!
Me han encanratado tus albóndigas... pro sobre todo la historia tan bien contada
ResponderEliminarBesos. Ana
Intuyo poskito que te gusta la leche de coco tanto como a mi ;)
ResponderEliminarAna ya he visto que has incorporado besamel a tu carne picada y que le ha gustado a tu familia, me alegro, espero que podamos seguir compartiendo ideas :)
Ja ja ja!! su ya te imagino con una grabadora de bolsillo camuflada y el cuello de la gabardina levantado jajaja
monaguillo sabía yo que tu eres de los mios, un gran cocotero y te supongo buen escuchador ;)
ana... y yo que solo he probado un cuartillo de una...
En casa las albóndigas son uno de los platos preferidos de nuestro hijo, pero nunca las hemos preparado de esta manera... nuncha lo habíamos "escuchado"; pero la verdad si llevan leche de coco tienen que estar deliciosas.
ResponderEliminarGracias como siempre por compartir tus recetas.
Besotes,
Ana y Víctor.
Hola he descubierto tu blog y me parece un auténtico regalo el que nos haces a todos compartiendo tus recetas.
ResponderEliminarUn beso y gracias por compartir.
alina