El otro día compré
4 calabacines, de esos pequeños, redondos y preciosísimos, especiales para
hacer rellenos y vaya si los rellené, aunque no con lo que tenía previsto.
Lo primero que
hice fue cortar el sombrerillo a cada uno de ellos. Después, vaciar de carne su
interior con cuidado para que no se rompieran, salar el interior y dejarlos
boca abajo un buen rato para que soltaran el agua.
Pasado ese trámite
los escaldé unos 4 minutos, en abundante agua hirviendo con una pizca de sal.
Los retiro y reservo boca abajo para que se enfríen y sea más fácil llenar su interior.
Mientras, preparé
uno de esos sofritos que tanto me gusta preparar aunque no los necesite y que
suelo guardar en el congelador y así engrosar mi buen fondo de reservas
sofritiles, aunque esta vez no ha llegado todo a su cajón correspondiente. A lo
que iba, que me pierdo.
¿Os acordáis de la
lasaña de hace unos días y sus champiñones? Vais a ver lo que me han cundido
las sobras, no sólo de lasaña, también de alguno de sus ingredientes.
El sofrito:
- La
parte tierna de los pies de los champiñones.
- La
carne interior de los cuatro calabacines.
- Los
trozos de unos espárragos verdes que corté para dejarlos del mismo largo.
- Un
diente de ajo.
- Una
guindilla roja fresca sin pepitas.
- Un ramillete de
cilantro.
Todo muy, pero que
muy picadito, y pochado a fuego lento hasta el aburrimiento. Escurro bien de
aceite.
Para completar el
relleno voy a utilizar:
- Tomate frito
- Un trozo que sobró
de lasaña
- Salsa de queso
para cubrir y un trocito de mantequilla encima de cada uno -- de ellos.
En el fondo de una
fuente de aceite, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, los calabacines
y el sombrero de cada uno a su lado.
En el fondo de
cada calabacín, una cucharada del sofrito.
Ahora, otras dos
cucharadas o lo suficiente para casi rellenarlos de la lasaña que sobró
troceada.
Encima, una
cucharada de tomate frito.
Por último, salsa
de queso.
Al horno caliente
a 180o el tiempo necesario para que los calabacines se terminen de
hacer. Unos minutos antes de finalizar la cocción puse encima de cada uno un
poco de queso rallado y listo.
Que me gusta la
cocina de aprovechamiento es un hecho, pero que esta vez hasta yo misma me he
sorprendido con el resultado obtenido, es una realidad.
Como siempre,
espero que os guste.
Genial! has tenido muy buena idea y, además, te han quedado muy bonitos :)
ResponderEliminarEs increíble Marga, me quito el sombrero o sombrerillo ante tanta imaginación, y da igual a qué hora lea tu nueva receta del blog, se me hace la boca agua... aunque acabe de comer
ResponderEliminar,
Estupenda receta de aprovechamiento, me encantan estos calabacines para rellenar de cualquier cosa.
ResponderEliminarBesos
Nieves