Crema de calabaza con curry
Hay tropecientas recetas de crema de calabaza, lo sé, y a cual
más buena pero… ¡Esta! ¡Está será a partir de ahora, y por siempre jamás, mi favorita!
En serio, no necesito más recetas, bueno, bueno, que me crezco y tampoco es eso, y
como tantas otras veces debo decir que tampoco estoy inventando nada nuevo, pero
sí ha sido nueva en mi mesa y os aseguro que no es una crema de calabaza cualquiera.
Gracias Teresa por esa hermosa carne de calabaza. Decir que no toda
ha ido a parar a esta deliciosa crema, una parte está a buen
recaudo para ¡por fin! publicar mi bica de calabaza tan compartida y celebrada
por amigas de este mundillo blogueril a las que no me ha importado, faltaría
plus, pasarles la receta que hago en casa.
Voy a intentar recordar, lo mejor que pueda, las cantidades y los pasos seguidos.
Ingredientes para la crema de calabaza con curry
- 750g de calabaza
- 1 cebolleta + su parte verde
- 1 patata
- ½ litro de caldo de cocido
- Una tacita de café de arroz bomba
- Una cucharada de curry de Madrás
- ½ bote de leche de coco
- Sal y pimienta y AOVE
Paso 1
Una cazuela amplia con un chorretón de aceite. Cuando está
caliente incorporo la cebolleta y sofrío hasta que empieza a dorarse bastante,
sin miedo pero sin que se socarre.
Paso 2
Incorporo la patata troceada, unas vueltas y listo para
incorporar ese caldo de cocido, que por cierto, aún estaba medio congelado.
Paso 3
Añado el curry, unas vueltas y cuando empieza a hervir es el momento para incorporar la leche de coco.
Tapo y dejo cocer a fuego lento hasta que esté todo en su punto de cocción.
Paso 4
Tan sólo falta triturar hasta el aburrimiento, adoro las
cremas finísimas y por supuesto sin ningún resto de nada, algo que me obliga a
pasar mis cremas siempre, siempre, por un colador.
Paso 5
Bien acompañada para que nadie piense que es una crema de
calabaza más, para ello he elegido una guarnición que sin duda le suma sabor a
la calabaza. Y esta ha sido el queso, una mezcla deliciosa que no te deja
indiferente y, como no quería que el queso se deshiciera dentro de la crema
porque merece la pena masticarlo, he cortado unos cubos pequeños que he tenido
un rato en el congelador hasta el momento de pasarlo por una ligera pasta
de tempura que le ayude a soportar los calores de esa rápida fritura con la que
consigo bocaditos crujientes y absolutamente cremosos por dentro.
Y listo este plato, un primero tan rico que por mi parte no
necesito segundo, prefiero repetir.
¡Ole, ole y olé! Que no tengo abuela ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario