Mami siempre decía que se come con la vista, y tenía razón. Tanto para bien como para mal, porque personalmente me he llevado más de un chasco por fijarme solo en el aspecto de un plato.
Precisamente por todo lo anterior me parece importante una buena presentación, pero procurando que una buena foto no le quite el más mínimo protagonismo a los alimentos.
A lo que voy, que me estoy enrollando demasiado. Todos los domingos, El País Dominical, publica algún artículo relacionado con la alimentación, hay de todo, algunos son curiosos y otros interesantes. Por eso, cuando vi la foto de este sugerente título, Copa de “pannacotta” con dulce de membrillo y melocotones de viña, me quedé prendada del contenido, porque el nombrecito se las trae. Y digo prendada por la sencillez de ingredientes y elaboración, bueno los melocotones de viña ni aún estando en su época son fáciles de conseguir, pero unos buenos de lata sin problemas.
Lo preparé a las ocho de la mañana para la cena de Nochebuena, que aunque siempre hay dulces navideños también apetece algo más ligero después de una “copiosa cena”. Es eso o que calculé muy bien porque no sobró nada. Al decir que lo preparé por la mañana, me refiero sólo a una parte que necesitaba pasar unas horas en la nevera para estar fría.
Comprenderéis que a esas horas ni se me ocurrió hacer fotos, tan sólo tengo la del resultado final, pero francamente, no son necesarias y veréis porqué.
Los ingredientes:
- ½ l de nata líquida
- ½ l de leche entera
- 6 cucharadas de azúcar (yo puse 3)
- 2 sobres de preparado para hacer cuajada
- 1 vasito de vino con agua (yo utilicé almíbar de los melocotones)
- 200 g de carne de membrillo (este era casero)
- Menta fresca, como o tenía puse un detalle con piel de limoncillo verde
El membrillo troceado lo pongo en un cazo con el almíbar (o el agua) hasta que se disuelve, tiene que quedar cremoso no líquido.
Separo una taza de leche y en ella disuelvo los polvos de la cuajada, mientras en un cazo pongo el resto de la leche, la nata y las 3 cucharadas de azúcar, remuevo y cuando empieza a hervir añado los polvos disueltos a la nata-leche y remuevo. Dejo que dé un pequeño hervor y listo.
Con esta mezcla llené vasitos pequeños hasta la mitad y dejé enfriar en la nevera hasta mi vuelta del trabajo. Como ya estaba bien cuajadito añadí a cada vasito un poco de la crema de membrillo y otra vez al frigo.
Hice bolitas con los melocotones que reservé hasta un poco antes de servir. En la receta de EPS, pone que las bolitas de melocotón se mezclen con las hojas de menta y se dejen reposar pero además de no tener menta tampoco había ya demasiado tiempo por lo que este paso, evidentemente, me lo salté.
Antes de empezar a cenar ya los dejé preparados, quedaban monísimos además de estar deliciosos. De estos sobró 1 vasito, también diré que mi sobri Verónica se comió como 3 ó 4
Precisamente por todo lo anterior me parece importante una buena presentación, pero procurando que una buena foto no le quite el más mínimo protagonismo a los alimentos.
A lo que voy, que me estoy enrollando demasiado. Todos los domingos, El País Dominical, publica algún artículo relacionado con la alimentación, hay de todo, algunos son curiosos y otros interesantes. Por eso, cuando vi la foto de este sugerente título, Copa de “pannacotta” con dulce de membrillo y melocotones de viña, me quedé prendada del contenido, porque el nombrecito se las trae. Y digo prendada por la sencillez de ingredientes y elaboración, bueno los melocotones de viña ni aún estando en su época son fáciles de conseguir, pero unos buenos de lata sin problemas.
Lo preparé a las ocho de la mañana para la cena de Nochebuena, que aunque siempre hay dulces navideños también apetece algo más ligero después de una “copiosa cena”. Es eso o que calculé muy bien porque no sobró nada. Al decir que lo preparé por la mañana, me refiero sólo a una parte que necesitaba pasar unas horas en la nevera para estar fría.
Comprenderéis que a esas horas ni se me ocurrió hacer fotos, tan sólo tengo la del resultado final, pero francamente, no son necesarias y veréis porqué.
Los ingredientes:
- ½ l de nata líquida
- ½ l de leche entera
- 6 cucharadas de azúcar (yo puse 3)
- 2 sobres de preparado para hacer cuajada
- 1 vasito de vino con agua (yo utilicé almíbar de los melocotones)
- 200 g de carne de membrillo (este era casero)
- Menta fresca, como o tenía puse un detalle con piel de limoncillo verde
El membrillo troceado lo pongo en un cazo con el almíbar (o el agua) hasta que se disuelve, tiene que quedar cremoso no líquido.
Separo una taza de leche y en ella disuelvo los polvos de la cuajada, mientras en un cazo pongo el resto de la leche, la nata y las 3 cucharadas de azúcar, remuevo y cuando empieza a hervir añado los polvos disueltos a la nata-leche y remuevo. Dejo que dé un pequeño hervor y listo.
Con esta mezcla llené vasitos pequeños hasta la mitad y dejé enfriar en la nevera hasta mi vuelta del trabajo. Como ya estaba bien cuajadito añadí a cada vasito un poco de la crema de membrillo y otra vez al frigo.
Hice bolitas con los melocotones que reservé hasta un poco antes de servir. En la receta de EPS, pone que las bolitas de melocotón se mezclen con las hojas de menta y se dejen reposar pero además de no tener menta tampoco había ya demasiado tiempo por lo que este paso, evidentemente, me lo salté.
Antes de empezar a cenar ya los dejé preparados, quedaban monísimos además de estar deliciosos. De estos sobró 1 vasito, también diré que mi sobri Verónica se comió como 3 ó 4
Un interesante postre que resulta ligero, suave y nada empalagoso.
Esta entrada ha sido motivo doble de alegría. Uno porque veo que su paso por quirófano ha sido breve y exitoso, de lo que me alegro considerablemente y otro porque a mi los postres en vaso sencillamente me apasionan. Son lucidos, cómodos, exitosos y se pueden normalmente preparar con antelación, muchos incluso admiten la congelación y siguen perfectos.
ResponderEliminarEste tuyo es cierto que debe sentar de maravilla después de un "atracón".
Besitos sin gluten y Feliz 2010.
P.D. Esa Verónica promete, jaja.
Es muy cierto que la comida entra primero por los ojos, y es que un buen aspecto es muy importante (lo saben bien los publicistas de alimentación); aunque no hay que desechar lo que aparentemente tiene mal aspecto (mi madre aún no entiende cómo probé de pequeña tan alegremente las espinacas cuando mi hermano directamente huía de ellas).
ResponderEliminarEste postre no sólo es precioso y apetitoso (esos colores y texturas!) sino que suena ligero y delicioso. Lástima de mi intolerancia a la lactosa, porque realmente me apetece mucho probarlo ahora mismo :P
Un abrazo
Un postre delicioso y de una presencia genial.
ResponderEliminarFeliz 2010.
Un abrazo
Sencillamente delicioso.
ResponderEliminarY como tengo todos los ingredientes, lo voy a preparar hoy mismo y ya he adelantado algo. Y aprovecho para utilizar los albaricoques en almibar que preparé en primavera, que siempre me da pena usarlos...
!!!Feliz año nuevo!!!!!
Un abrazo, Begoña
Marga guapa... me has dado una idea estupenda para el postre de findeaño/reyes. Una pregunta, con esas cantidades cuantos vasitos te salieron??
ResponderEliminarUn bico enorme.
Laura.
Un postre muy aparente, precioso!
ResponderEliminarAdemás muy sano y nada pesado, me ha encantado la receta, gracias :)
Feliz año, muchos besos!
Es cierto que muchas veces "comemos con la vista" y la vista de esta copa es estupenda, pero cuando hemos entrado a ver los ingredientes además tiene que estar riquísima.
ResponderEliminarPara adaptarla a nuestro mundo sin gluten, solo tenemos que buscar una cuajada apta para celíacos y ¡perfecta!
Besotes y ¡Feliz Año 2010!
Ana y Víctor.
Y tan interesante. Una muy buena combinación, que además después de estar supercomidas de Navidad, hacen que la experiencia culinaria y su resaca gástrica, sean mucho mejores.
ResponderEliminarMe alegro mucho que tu ordenador haya despertado sano y lleno de memoria!!. Feliz 2010.
Pero buenooo ya se ha curado el ordenador?? poquita cosa tendria no? que biennn asi has podido presentarnos esta estupenda receta que tiene que estar de rechupete y con esas fotos que son deliciosas...un beso y feliz año nuevo
ResponderEliminarPrimero de todo, darte las gracias por el comentario que has dejado en mi blg.( Como veras, no tengo demasiados y por eso te lo agradezco el doble).
ResponderEliminarSegundo , decirte que me encantan tus recetas y que procuro tomar nota de todas ellas ; y tercero desearte que en el 2010, podamos seguir en contacto por medio de nuestras comiditas que tanto nos hacen disfrutar.
Mil gracias y feliz año.
Me parece fantástico tu postre de Noche Buena. A mi también me encanta terminar con algo fresquito y rico... y tu postre lo tiene todo
ResponderEliminarFeliz Año. Recetasdemama
A todos quiero desearos unos 2010 buenos momentos, como poco, para todo este nuevo año.
ResponderEliminarZerogluten jajaja, tienes razón, Verónica promete y mucho, además le encanta la repostería y ya hace sus pinitos que no están nada mal.
Akane como entiendo a tu hermano, yo sigo huyendo de ellas jejeje.
Cocinica es que los vasitos lucen mucho.
Begoña con albaricoques caseritos, tu si que sabes :)
Mezquita salen bastantes, a ver… teniendo en cuenta los que se comió Verónica, más 2 por persona y éramos 6 más… fácil, fácil, unos 24. Pero también debo decirte que los de la foto son pequeños, como chupitos donde no caben más de dos cucharas de la cuajada.
Creo que en un tamaño algo mayor pueden Sali fácilmente unas 12 raciones. Espero no llegar tarde a tu pregunta, ando un poco despistada de días con este lío de fiestas.
Besitos :)
Unodedos sano, ligero y rico, mil gracias :)
Caminarsingluten estoy segura que os gustará, gracias majos, mil besos :)
Carlos Dube Aun queda una supercomida aaaaggggg! El día de reyes en esta casa se como cocido gallego completo, vaya, con todas sus calorías jejeje y después para desengrasar roscó ;)
Mª Jose-Dit i Fet era cuestión de algún que otro transplante, unos días de adaptación a los nuevos órganos y listo, de momento va divinamente.
imaginación gracias a ti por contar conmigo, y claro que nos seguiremos viendo :)
Ana que maja eres, pero si que resultó rico y muy apetecible.