No
soy capaz de decir no a un libro, sobre todo cuando me ponen los dientes
largos, como con éste. La culpa no fue del cha cha cha, para nada, la culpa fue
de mi amiga Tere. Pero ahora estoy encantada con él, de verdad, hacía tiempo
que no me convencía tanto un libro. Y no miento, porque más de uno, después de
su compra y ser ojeados, pasan directamente a la estantería o más bien al
montón, porque en las estanterías ya no caben… tengo que solucionar esto…
En
fin, a lo que iba, éste ha sido un descubrimiento, está lleno no sólo de ricas
fotografías también de suculentas recetas. Y lo que es mejor, explicadas en
pasos cortos y sencillos lo que facilita su comprensión. Tanto es así, que ya
he elaborado dos de sus ricas ofertas.
Hoy
empiezo con los “slices de almendra” de los que me enamoré a primera vista…
¡Uy! ¡Perdón! Que me emociono y no os digo de qué libro se trata “Pasteles
vintage” de Jane Brocket. En su portada dice: pasteles tremendamente deliciosos
para compartir y regalar. Exacto.
Para la base:
200g
de harina normal
50g
de almendra molida
50g
de azúcar súper fino
125g
de mantequilla blanda, más un poco para engrasar el molde
1
huevo ligeramente batido
Lo
primero, es preparar la base de galleta que debe estar fría antes de meter al
horno.
Tamizo
la harina, las almendras y el azúcar en un bol. Añado la mantequilla y la
mezclo con los dedos hasta que parezca un preparado para migas. Ahora, el huevo
que mezclo con una rasqueta de pan aunque se puede hacer a mano o con un
cuchillo. Debe quedar una masa blanda y pegajosilla.
Con
esta masa cubro el fondo de un molde apretando bien sobre todo en los bordes.
Aliso la superficie y pincho toda ella con un tenedor entre 12 y 16 veces. Tapo con film y lo
guardo en el frigorífico un mínimo de una hora.
Para el topping y el
relleno:
125g
de mantequilla blanda
125g
de azúcar
2
huevos
125g
de almendra molida
75g
de harina leudante
Unos
300g de mermelada de frambuesa (la mía de fresa)
Un
puñado de almendras laminadas
Antes
de sacar el molde del frigorífico he precalentado el horno a 180º y he cocido, la galleta, unos 15-20 minutos,
no hay que hacerla demasiado, justo hasta que empieza a cambiar de color.
Retiro el molde del horno y lo pongo sobre una rejilla para que enfríe por lo
menos 15 minutos.
Mientras,
preparo el topping de almendras.
En
la batidora, la mantequilla y el azúcar se baten hasta que la mezcla esté
pálida y esponjosa. Voy añadiendo los huevos de uno en uno, batiendo bien cada
vez.
Incorporo
la almendra y la harina y lo mezclo con una espátula, o cuchara, hasta que esté
perfectamente incorporada toda la mezcla.
Sobre
la galleta cocida extiendo la mermelada. A continuación la mezcla anterior,
pero con cuidado, con mimo, para que no se mezcle con la mermelada...
Tan
sólo falta cubrir la superficie con las almendras laminadas y otra vez al horno
unos 22-25 minutos, hasta que se dore y suba. Si hay duda… se pincha y se
comprueba si está bien cocido.
Fuera
del horno dejo que se enfríe completamente sobre una rejilla antes de desmoldarlo.
Tan sólo falta hacer trozos con un cuchillo bien afilado o con uno de pan que
nunca falla.
Se
conservan bien durante tres días, si llegan, en un recipiente hermético y en
lugar fresco.
Dice
Jane Brocket que los slices siempre han gozado de un aire de elegancia en las
pastelerías. Admito que no conocía este dulce, pero que éstos superan con
creces los que se venden en pastelería, insisto, no sé cómo serán los de las
pastelerías, pero que éstos son una auténtica delicia es un hecho.
Espero
que os gusten.
Apetecible es poco, es el bocado perfecto con un café o te, el toque dulce que todos necesitamos en algún momento.
ResponderEliminarBss
Elena
Y nada empalagoso :).
EliminarPero que buena pinta tienen!!
ResponderEliminarTe encantaría, estoy segura.
EliminarBesitos
Buen regalo que te hizo Tere, y a la vista está teniendo en cuenta la receta que nos das a conocer hoy. Bueno, sinceramente, a mi no tanto, porque aunque no se corresponda con el nombre, creo no equivocarme si digo que estos "slices" son de una tarta británica conocida popularmente como Bakewell Tart y de la que puedo dar fe total y absoluta de ser toda una delicia.
ResponderEliminarNo me extraña que te hayas emocionado y casi nos dejes con la intriga de saber cuál es el título del libro, aunque de todas formas con la intriga me he quedado de ver qué otras delicias contiene.
Besos y feliz semana.
No la conocía de antes, y si, la autora del libro dice que estos slices son primos hermanos de la tarta Bakebell... no seré yo quien os lleve la contraria ;)
EliminarEn cualquier caso, una delicia.
Besitos guapa
Yo al igual que tu me acabo de enamorar de esta receta, adoro la almendra y espero poder probar uno ;-)
ResponderEliminarSe de buena tinta lo que te gustan los libros y no me ha extrañado nada ver a Teresa mezclada en este asunto jejejejeje...
Besos
Nieves
¡Qué mala eres! Es que sólo con ver estos bocados me está entrando hambre y unas ganas de ir a por estas slices!!! Imposible resistir a estas maravillas y al libro si lleva otras recetas por el estilo!!!!
ResponderEliminarPues ya sabes aquí estamos esperando más cosillas del libro :o)
Besos,
Palmira
El libro es una delicia, sobre todo porque la mayoría de las recetas son tan sencillas...
EliminarLo que ya no podré asegurar es que "todos" los nombres que utiliza, sean los auténticos jijiji!!!
Besos
Hola
ResponderEliminarHace tiempo que sigo tu blog y quería comentarte que este pastel en verdad se llama Bakewell, es típico de Inglaterra y actualmente que vivo en Dublin (Irlanda) aquí también se hace mucho. Gusta muchísimo por aquí, es más, semanalmente en el obrador donde trabajo hacemos como 30k semanales :)
Un saludo!
Esther, no voy a repetir contestación, si te diré que me encanta llámese como se llame ;)
EliminarDice Jane Brocket que son primos hermanos pero... sin pretender la precisión histórica, esto, francamente, no me queda muy claro...
Por cierto, ya que trabajas en un obrador igual me dices si es mejorable, porque de serlo, pasaría a llamarse "pastel de domingo en el cielo".
Gracias por venir