Mi cocina es ante todo...”mi tesoro”

Me gustaría que fuese algo más grande, pero esto es lo que hay y precisamente debido a su tamaño las cosas se amontonan, además cada vez que descubro algún artilugio nuevo que ayude a mi “vicio de cocinar” voy y me lo compro, y claro ¿dónde lo guardo? Al montón de trastos.

Esta es mi ventana, la de las fotos, aprovecho su luz para que queden bonitas.

También aprovecho para enseñaros mis últimas adquisiciones, dos cuchillos maravillosos (regalo de cumpleaños.

Algunos de mis colaboradores favoritos, las pinzas fantásticas, eran de la madre (q.e.p.d.) de mi amiga Arno, son portuguesas y nunca he encontrado unas ni parecidas.

Las botellas de aceites, vinagres y sobre todo de “Licor café”, mi licor café, del que me siento francamente orgullosa y que sólo hago cuando tengo aguardiente genuino del pueblo, no es por nada pero está buenísimo. Su etiqueta, diseño de una servidora.

Canella, aquí tienes mis deberes, no es de nota alta, aunque tiene una ventaja, todo está siempre a mano o amontonado.