Recuerdos, lo que se dice recuerdos, no me trae ninguno este plato. Es consecuencia de ese fondo de nevera de fin de semana.
A ver ¿qué queda por los cajones? Poca cosa la verdad, un par de cebolletas, algún pimiento y 2 calabacines con fecha de caducidad, algo hay que hacer con ellos ya que en esta casa no se tira casi nada.
¿Y qué hago yo con los calabacines? ¿Una crema? No me apetece mucho, la semana pasada ya tocó. ¿En tortilla? Prefieren de patata. ¡Ya está! rellenos, sí... está bien, pero... ¿de qué? Otra vez a la nevera. Una pequeña fiambrera con unos restos de salmón ahumado, poco, necesito algo más para cumplir el objetivo de hoy, rellenar los calabacines. Creo que ya lo tengo...
Ingredientes:
- 2 calabacines
- ½ pimiento rojo
- 1 cebolleta
- 1 ramita de tomillo
- Manteca “colorá”
- ½ cuchara de harina
- Salmón ahumado
- 1 latita de Ventresca de atún en aceite de oliva
- Un par de lonchas de jamón
- Un poquito de crema de queso azul
- Una cuchara de mantequilla
- 1 brick de nata líquida
Lo primero que hice fué lavar bien los calabacines, cortar cada uno de ellos en 4 trozos y cocerlos al vapor. Vaciarlos con cuidado y reservar la carne.
Preparé un sofrito con la cebolleta, el pimiento rojo, el tomillo y la manteca “colorá” (antes estuvo cubriendo orza de lomo de cerdo). Cuando estuvo prácticamente hecho añadí la carne del calabacín.
Añadí la harina que dejé freír un par de minutos, después un chorrito de nata, menos de la mitad del brick.
Retiré el sofrito del fuego para que se fuera enfriando, piqué el salmón, desmenucé la ventresca y lo mezclé todo.
Antes de rellenarlos, cubrí el fondo con un trocito de jamón serrano para que no se saliera por el fondo.
Ya podía rellenar los calabacines, por último puse encima de cada uno una cucharita de la crema de queso, un trocito de mantequilla y una tirita del salmón que había reservado.
Los coloqué sobre una fuente de horno que previamente había untado con mantequilla, dejé caer sobre ellos el resto de la nata líquida y los metí al horno a 180º. Necesitaron poco tiempo, el justo para que se calentaran bien y cogieran un poco de color.
Aproveché otro resto para poner en el fondo del plato, una crema de calabaza, un poco de alegría con un hilo de aceite, y lo que queda en el brick de nata, que fueron sólo unas gotas.
Creo que quedaron ricos y con buen aspecto ¿Os han gustado?
A ver ¿qué queda por los cajones? Poca cosa la verdad, un par de cebolletas, algún pimiento y 2 calabacines con fecha de caducidad, algo hay que hacer con ellos ya que en esta casa no se tira casi nada.
¿Y qué hago yo con los calabacines? ¿Una crema? No me apetece mucho, la semana pasada ya tocó. ¿En tortilla? Prefieren de patata. ¡Ya está! rellenos, sí... está bien, pero... ¿de qué? Otra vez a la nevera. Una pequeña fiambrera con unos restos de salmón ahumado, poco, necesito algo más para cumplir el objetivo de hoy, rellenar los calabacines. Creo que ya lo tengo...
Ingredientes:
- 2 calabacines
- ½ pimiento rojo
- 1 cebolleta
- 1 ramita de tomillo
- Manteca “colorá”
- ½ cuchara de harina
- Salmón ahumado
- 1 latita de Ventresca de atún en aceite de oliva
- Un par de lonchas de jamón
- Un poquito de crema de queso azul
- Una cuchara de mantequilla
- 1 brick de nata líquida
Lo primero que hice fué lavar bien los calabacines, cortar cada uno de ellos en 4 trozos y cocerlos al vapor. Vaciarlos con cuidado y reservar la carne.
Preparé un sofrito con la cebolleta, el pimiento rojo, el tomillo y la manteca “colorá” (antes estuvo cubriendo orza de lomo de cerdo). Cuando estuvo prácticamente hecho añadí la carne del calabacín.
Añadí la harina que dejé freír un par de minutos, después un chorrito de nata, menos de la mitad del brick.
Retiré el sofrito del fuego para que se fuera enfriando, piqué el salmón, desmenucé la ventresca y lo mezclé todo.
Antes de rellenarlos, cubrí el fondo con un trocito de jamón serrano para que no se saliera por el fondo.
Ya podía rellenar los calabacines, por último puse encima de cada uno una cucharita de la crema de queso, un trocito de mantequilla y una tirita del salmón que había reservado.
Los coloqué sobre una fuente de horno que previamente había untado con mantequilla, dejé caer sobre ellos el resto de la nata líquida y los metí al horno a 180º. Necesitaron poco tiempo, el justo para que se calentaran bien y cogieran un poco de color.
Aproveché otro resto para poner en el fondo del plato, una crema de calabaza, un poco de alegría con un hilo de aceite, y lo que queda en el brick de nata, que fueron sólo unas gotas.
Creo que quedaron ricos y con buen aspecto ¿Os han gustado?
Es puro arte de cocina, una creación made in Margarida, porque tus cosas llevan un sello especial, que siempre tiene que ver con la calidad, el ingenio y la gracia.
ResponderEliminarNo sé cómo se las apaña el bendito calabacín para quedarse con nosotros un fin de semana sí y otro también...el caso es que esta manera de "desalojarlo" de la nevera es pura poesía!!!!
ResponderEliminarBueno, bueno pues resulta que ayer cociné también unos calabacines rellenos. Cuando los ponga en el blog les voy a presentar a los tuyos. Seguro que estarán encantados de conocerse y lo mismo organizan fiesta y baile. De momento les voy a contar que pronto conocerán a sus primos de Madrid...jajaj
ResponderEliminarRico, rico, como siempre.
Que pases buen día con las masas del pan.
Que te voy a decir yo que sabes que soy una apasionada de tu cocina, de tu color, de tu fondo de frigo que tan buenos ratos nos trae. Hoy me ha encantado que escuchases a tus calabacines y los pusieras guapos para comer.
ResponderEliminarBrutal la presentación, no me extraña que cuando comas fuera de casa es para que te de una depresión. Mil besos guapa
Yo hice solo una vez los calabacines rellenos de gambas. Estaban buenísimo y mira por dónde me acabas de solucionar una comida al recordarmelos.
ResponderEliminarUn saludo
Pilar
Yo quiero ser un calabacin en tu nevera!!! cualquier resto en tus manos se convierte en un manjar.
ResponderEliminarIncreible, como siempre.
Besotes
Que buenos! y las fotos, como siempre, estupendas. Un beso
ResponderEliminardelantal hay veces que me quedo sin palabras para expresar todo lo bien que me siento al leer tus opiniones, gracias mil de todo corazón :)
ResponderEliminarcannella te diría lo mismo que a delantal... añadiré que el calabacín no estaba tan contento de pasar por semejante proceso, pero no se me ocurrió perguntarle ¡pobre! Muac
josemari mis calabacines estarán encantados de conocer a los tuyos ¿se gustarán? Y ya os contaré, el día del pan !fantástico!
su que haría yo sin mi fondo de nevera, me conformaría con manipular igual el del armario jejejeje besitos y graaaaacias
Son tan fáciles de hacer mari carmen que si te gustan se pueden rellenar de mil formas, mira, mira, lo que dice pilar.
pilar de gambas tienen que estar buenísimos, los próximos ya se el relleno. EL mes que viene me voy unos días a Santiago, estoy deseando.
poskito eres un encanto pero no te recomiendo ser calabacín en mi nevera, a no ser que fueras fondo permanente ;)
anxos estaban francamente ricos, las fotos no engañan ;)
Tu blog es excelente por ello me gustaría pasaras por el mío a recoger un premio que así lo distingue.
ResponderEliminarUna maravilla, me encantaría comer en tucas un día de estos, de los de fondo de nevera, porque hast eso lo haces especialmente rico
ResponderEliminarBesos. Ana
A mi no me importaría ser calabacín en tu nevera, jajaj,....¡¡genial, como todo lo que preparas margalida¡¡
ResponderEliminarUn besote