29 de Septiembre "Día mundial de la tapa"
Me gustaría poder decir que tengo una preferida pero no soy capaz, disfruto comiendo a base de tapas, esa cocina en miniatura que me fascina.
Esta de hoy no es nueva, lleva mucho tiempo en el blog, desde julio de 2008, es tan sugerente y deliciosa que se merece ocupar, por segunda vez, este espacio.
Los ingredientes:
- Salmón ahumado
- Queso tipo cremoso (he utilizado cebreiro)
- Una cucharada de pasas
- Una cucharada de miel
- Piña natural y un poco de azúcar
No pongo cantidades, dependerá un poco de cuanto relleno salga, a mi me gusta que se noten las pasas, salmón poco porque ya se hace la casa con él y la miel dependerá de lo dulce que sea cada uno.
Después de tener las pasas en remojo un par de horas, en agua o algún licor, las escurro y las pico muy menuditas. En un cuenco pongo el queso de cebreiro (un gallego tierno delicioso), una loncha de salmón también muy picadita, las pasas, la miel y lo mezclo todo.
El salmón lo corto en tiras que voy rellenando con la mezcla anterior como si fuera un canelón y los reservo en el frigorífico.
Pelo la piña y corto láminas finísimas, si se tiene un cortafiambres sería fantástico, o una mandolina, o simplemente con cuidado y paciencia. Para caramelizar la piña pongo una sartén al fuego con un poco de azúcar, una pizca de vainilla en polvo (optativo) y unas gotas de limoncillo verde (o amarillo) para que el caramelo no cristalice, coloco las láminas de piña y dejo que se vayan caramelizando a fuego muy lento no quiero que se quemen, ya que le daría un cierto sabor amargo al pintxo poco interesante.
En el último momento, para que el salmón no se ablande demasiado ni coja excesivo sabor a su piña, repito con ella lo mismo que hice al principio con el salmón, enrollo y sujeto con una pequeña brocheta, aunque no es imprescindible ya que la piña no es tonta y se queda totalmente abrazada al salmón. Por encima unas gotas de aceite de oliva mezcladas con una pizca de vinagre de Módena, repito “gotas”, ya tiene suficientes sabores.
Otros, los he acompañado con una lluvia de azúcar glas por encima, ni que decir tiene que estos no llevan ni aceite ni vinagre.
¿Cuál está más rica?...
El salmón lo corto en tiras que voy rellenando con la mezcla anterior como si fuera un canelón y los reservo en el frigorífico.
Pelo la piña y corto láminas finísimas, si se tiene un cortafiambres sería fantástico, o una mandolina, o simplemente con cuidado y paciencia. Para caramelizar la piña pongo una sartén al fuego con un poco de azúcar, una pizca de vainilla en polvo (optativo) y unas gotas de limoncillo verde (o amarillo) para que el caramelo no cristalice, coloco las láminas de piña y dejo que se vayan caramelizando a fuego muy lento no quiero que se quemen, ya que le daría un cierto sabor amargo al pintxo poco interesante.
En el último momento, para que el salmón no se ablande demasiado ni coja excesivo sabor a su piña, repito con ella lo mismo que hice al principio con el salmón, enrollo y sujeto con una pequeña brocheta, aunque no es imprescindible ya que la piña no es tonta y se queda totalmente abrazada al salmón. Por encima unas gotas de aceite de oliva mezcladas con una pizca de vinagre de Módena, repito “gotas”, ya tiene suficientes sabores.
Otros, los he acompañado con una lluvia de azúcar glas por encima, ni que decir tiene que estos no llevan ni aceite ni vinagre.
¿Cuál está más rica?...
Te ha quedado fabulosa! Es ideal para celebrar este día! :D
ResponderEliminarBss
Con Especias
jolin .¡que pitanza tiene ... me la apunto
ResponderEliminarUnos bocados maravillosos para disfrutar en cualquier momento, sea el día mundial de la tapa o no!
ResponderEliminarBesos y feliz semana,
Palmira
Estas maravillas gastronómicas hay que rescatarlas y que vuelvan a tener su lugar protagonista.
ResponderEliminarBss
Elena
Me lo pido, me lo pido! menuda pinta tiene! Yo llevo la cerveza, el vino o lo que haya que llevar :D
ResponderEliminarPero qué peligro tenemos, Marga. Cuéntame tú a ver a quién no le gusta la vida del tapeo. Habrá muchas recetas distintivas de nuestra gastronomía, pero las tapas son de renombre más allá de nuestras fronteras, y por algo será, ¿verdad?
ResponderEliminarMe ha encantado tu tapa. ¡plas, plas, plas! Mucho, mucho, de verdad de la buena.
Un beso y feliz semana
Que viva la tapa española.
ResponderEliminarTe diré que tu tapa, es una tapa gourmet, espectacular tanto en sabor como en imagen. Yo que acabo de llegar de Logroño y he cenado todas las noches en la calle reina del tapeo, Tu seguro que serías feliz en la calle Laurel y tu pinchito ganaría adeptos allí. Bss.
Creo que la mayoría estamos de acuerdo contigo: nos encanta comer de tapas. Y por aquí lo tenemos tan fácil...
ResponderEliminarÉsta que publicas es de verdadero lujo: qué mezcla de sabores, de texturas..., maravillosa. Cae seguro.
Un beso Marga.
Pues lo dicho: Viva la tapa española!!!! Y esta me la llevo que me ha encantado, aunque lleve desde 2008 no la había visto! Besos
ResponderEliminarMe encanta tu propuesta. Especialmente lo bien presentado que queda, y el toque crujiente y ácido de la piña.
ResponderEliminarPues yo digo igual que tú QUE VIVA LA TAPA ....que seria de ir a tomar una cervecita o un vino sin probar una tapita?....pues un horror . Me encanta esta que has hecho ..besos
ResponderEliminarQue pena que no he podido publicar una tapa...pero por otra parte me alegro porque con esta tuya ya se tiene más que suficiente. Tomo nota porque seguro que está muy-muy rica.
ResponderEliminarBss
Mar