Agua, morcillo, codillo, panceta, rabo de cerdo, chorizo,
zanahorias, apio, puerro, laurel... en fin,
preparando, como decía mami,
gusto de sopa.
Con las verduras y un poco de ese caldo preparé un puré para
la cena, delicioso y nutritivo.
Con las carnes bien limpias, ni grasas ni huesos ¿relleno
para una empanada?... NO, esta vez algo diferente.
Con el morcillo he vuelto a preparar mi "morcillo recuperado" al que he añadido unos trocitos de la panceta, eso sí, añadida a propósito.
Con el resto de la carne, bueno, ésa es otra historia, igual
de sencilla que os contaré en breve, ahora, vamos a lo que vamos.
El caldo ya frío y libre de toda su grasa, recibe unas cuantas alubias negras que han
pasado en remojo toda la noche. Ahora, a cocer junto con un sofrito de
zanahoria, ajo, cebolleta, chirivía, en fin, un poco de verdura para alegrar a
esas negras alubias.
Tan sólo queda servirlas con un trozo de cremoso morcillo
recuperado, otro de panceta y una rodaja de pan tostado para ayudar a las
alubias a subir a la cuchara y… ¡buen provecho!
Sencillo, fácil,
sabroso y, desde luego, una forma de aprovechar esas carnes que han dado
todo por alimentar un buen caldo.
¡Ah! la próxima semana, cómo aprovechar lo que aún está en el
taper, o lo que es lo mismo, en la fiambrera
de toda la vida.
salivando me tienes con la pinta q tiene!!!! la verdad q lo del morcillo recuperado no lo conocia!!! y me ha parecido impresionante
ResponderEliminarCon ese título, hay que entrar!!! fantástica receta, pintaza, esas fotos lo dicen todo, me gusta eso del "recuperado", bsssss
ResponderEliminarestoy babeando sólo viendo las fotos!! ME gusta esta manera de darles una segunda vida a estos trozos de carne que lo han dado todo para un buen caldo... ¡Menudo homenaje! ;o)
ResponderEliminarahora estaremos esperando lo que hiciste con lo que sobró II!Besos,
Palmira