Ukoy. Filipinas en Cocinas del mundo

Filipinas… Filipinas… ¡Ah! ¡Sí!... Los últimos de Filipinas, esa peli que a mi padre le encantaba, tan oscura, tan de blanco y negro  y una canción maravillosa… pero creo que no, que este viaje nada tiene que ver con aquella cinta donde lo que menos había era gastronomía, así que no creo que Concha haya elegido este país por los menús cinematográficos.

Me he encontrado por casa una receta sencilla, a la par que sabrosa y aparente, un aperitivo entrante de bonito color y me he dicho… a por el guion, dicho y hecho, aquí está el resultado, un corto con pocos fotogramas, por supuesto con final feliz, no espero un Oscar ni mucho menos un Goya, pero mención especial yo le daría ;)

Sé que las ukoy se hacen con camarones enteros y también pelados,  evidentemente no tenía camarones pero sí gambas, que yo si pelé enteritas.  Ya sean gambas o camarones, se suelen poner por encima o, también, se pueden trocear y mezclar con la pasta.

Protagonistas para el Ukoy:

• Gambas peladas
• 140g harina
• 140g maicena
• 1 cucharita de Achiote
• 1 cucharita rasa de Sal
• 240ml de agua
• 450g de batata rallada (o calabaza o mitad de cada)
• Aceite para la fritura

Paso 1.

En un cueco  mezclo la harina, la maicena el achiote y la sal. El agua la fui incorporando a pocos hasta obtener una pasta ligera y suave.

Paso 2.

Rallo la batata y salo ligeramente. Incorporo a la pasta y mezclo todo.

Paso 3.

En una sartén con aceite de oliva bien caliente, extiendo una cucharada generosa de la pasta y coloco 3 o 4 gambas por encima apretando un poco para que se peguen bien sobre el ukoy o “tortita”. Pasados un par de minutos le doy la vuelta y dejo que se termine de hacer por el otro lado. Tienen que quedar crujientes o perderán toda su gracia.

Paso 4.

Se sirven calientes y acompañadas con vinagre picante como el sinamak, evidentemente no tenía este vinagre y me he preparado uno lo más parecido que he podido.

Jengibre fresco + guindilla roja + granos de pimienta + dientes de ajo + sal + vinagre. Todo junto dentro de una botella bien tapada. Tiene que reposar un mínimo de dos días, cuantos más pasen lógicamente más sabor.

Listo  para ir mojando la tortita en este vinagre y disfrutar de lo lindo.

Como tantas veces nos toca seguir de viaje por la gastronomía filipina,  para ello os pido que me acompañéis a visitar cocina y aficiones, porque allí es donde la anfitriona de nuestra cocina del mundo de octubre nos tiene preparados todo el menú.

Y por supuesto me voy rauda y veloz a descubrir nuestro próximo destino de la mano de lacajitadenievesyelena.

Ukoy. Filipinas en Cocinas del mundo