4 de junio de 2017

Ajoblanco, uno más

Ajoblanco, uno más



Dicen que el dinero no da la felicidad, pero que ayuda a conseguirla es un hecho.

Quizás esté exagerando al decir esto, tal vez comparar un rico plato con la felicidad no sea muy correcto, pero el dinero, en este caso, por lo menos para mi es fundamental.

Me explico: comer en buenos restaurantes implica que siempre sean caros, o mejor dicho, MUY CAROS. Sí, sí, lo sé, deben serlo por muchos motivos que no me voy a poner a numerar, eso no implica que para "mi bolsillo" sigan siendo carisimisimos. Pero... una o dos veces al año, es una forma de celebrar que uno está vivo, nada más importante para permitirme disfrutar de uno de mis favoritos, Viridiana.

Siempre tengo mil dudas al elegir el menú, me gustaría probar todo, claro que es imposible, no solo porque mi estómago sea incapaz de admitir tanta comida, es que las raciones son generosas como generosos los aperitivos que no es necesario pedir, te los ponen, y si te los comes todos, difícilmente eres capaz de comerte un primero y un segundo. Quede claro que me estoy refiriendo a mi persona, igual algunos se quedarán con hambre... ¡Aunque lo dudo!

Un mes de Junio comí en Viridiana un ajoblanco con zamburiña alucinante, delicado, suave, con un frescor perfecto. Las zamburiñas, 12 unidades, preparadas a la plancha y colocadas a modo de corona sobre el ajoblanco colmaron todas mis expectativas sobre este plato.

A los poco días las almendras me las trajo muy amablemente mi amigo Javi, la fatalidad quiso que se colara una almendra amarga y se cargara todo el trabajo :(

He repetido el plato, y es cierto que, a mi modo de ver, la textura de un ajoblanco hecho con almendras larguetas nada tiene que ver si se hace con marconas. Ahora entiendo porqué Abraham García me contó muy entusiasmado que estaba preparado con larguetas de leche, casi imposible de conseguir a no ser que tengas amigos productores o inventarte algún tipo de chantaje para conseguirlas, algo difícil si no se a quien chantajear. Se admiten voluntarios :)



Como no tenía zamburiñas ni intención de salir de compras, las sustituí por unos ricos huevos fritos de codorniz con unos granos de sal negra de Hawai por encima. Queda claro que lo único que puede encarecer este plato es precisamente la proteína añadida.

Me resulta un poco atrevido poner los ingrediente para un ajoblanco, algo me dice que cada uno de nosotros tiene sus propias cantidades, yo he utilizado las siguientes.

Ingredientes para el ajoblanco:

  • 200 g de almendras
  • Un trozo generoso de miga de pan candeal
  • Un diente de ajo
  • Un chorrito de vinagre de Jerez
  • Un “chorrazo” de aceite de oliva virgen
  • ½l de agua
  • Sal gorda
  • 3 huevos de codorniz por ración

Paso 1

Elaboración de lo más sencillo. Poner todos los ingredientes en una batidora, cada uno la que tenga, y triturar hasta la saciedad para evitar tener que colarlo o perderíamos parte de la almendra. Dejar en frigorífico para poder servir muy frío.




Paso 2

Solo queda servir el ajoblanco coronado con esos huevos de codorniz fritos y listo.

Una entradita tan de lujo como quiera o pueda cada bolsillo. Este,  sencillo pero rico hasta decir basta.

Ajoblanco, uno más



4 comentarios:

  1. Muy rico,tengo muchas ganas de hacerlo,un día,ahora con la calor
    Besitos¡¡

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  2. Bueno, bueno, bueno....me gustarían mucho más los tuyos. Ya sabes lo que tengo con Abraham García...jejejeje
    Besotes,
    Mar

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  3. Nunca he probado el ajoblanco con huevos fritos, pero creo que me va a entusiasmar!!!!
    Un abrezo, Begoña

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